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El bloqueo de China y Rusia promete más sangre en Siria

Mientras Barack Obama y Angela Mekel prometen sus mejores esfuerzos para incluir a ambos países en una salida a la crisis siria, Beijing y Moscú continúan jugando a la Guerra Fría y anuncian su veto a cualquier propuesta de intervención militar. El rol de Turquía y el vencimiento del ultimátum de los rebeldes

Fuente: Urgente24

Escribe Antonio Sánchez-Gijón en Capital Madrid que el desafío de Bashar el-Assad a la comunidad internacional está produciendo la erosión del prestigio y la influencia de una serie de actores principales del sistema internacional y mención principalmente a 3: 1) los USA, 2) Turquía, 3) algunas de las instituciones de las Naciones Unidas (Consejo de Seguridad, Comisión de Derechos Humanos, etc.). Esta situación pone en duda la posibilidad de mantener más tiempo un orden geopolítico pacífico entre los intereses contrapuestos de las diversas potencias con intereses en la zona. Assad seguirá empleando el asesinato como instrumento de dominación política mientras cuente con la complicidad de Rusia y la pasividad de China.

Rusia y China no quieren ni oír hablar de la posibilidad de una intervención militar en Siria y vetarán cualquier medida de este tipo que se proponga en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ambos países, al igual que USA, Francia y Reino Unido, tienen poder de veto.

Ni siquiera la masacre de Houla (108 muertos, de los que la mayoría, niños y mujeres, fueron víctimas de ejecuciones sumarias) ha movido un ápice las posturas de Moscú y Beijing.

La sugerencia hecha el martes (29/05) por el presidente francés, François Hollande, cosechó ayer (30/05) los rotundos noes ruso y chino; y eso que anteayer los grupos de la oposición al régimen de Damasco contabilizaron otro centenar de muertos.

Los 2 únicos apoyos que le quedan a Bachar al Asad son suficientes para dejar que su Ejército mantenga impunemente una campaña de represión que ya se ha cobrado más de 10.000 muertos, según la ONU.

Eso sí, ambas capitales envuelven su negativa en un respaldo sin matices al plan de paz del ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, que, para empezar, estipula un alto el fuego que no ha sido respetado ni un solo día.

Así, entre un plan que no se cumple -pero que nadie quiere ser el primero en dar por muerto- y el frontal rechazo de Rusia y China a toda posibilidad de intervención -que tampoco acaba de gustarle a USA-, los civiles sirios continúan muriendo.

En este contexto, el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) dio ayer un ultimátum de 48 horas al régimen para que cumpla el alto el fuego; en caso contrario, advirtieron, ellos también dejarán de hacerlo.

“Siempre hemos dicho que estamos categóricamente en contra de cualquier injerencia en el conflicto sirio, porque esto sólo agravaría la situación y tendría consecuencias imprevisibles tanto para Siria como para la región”, declaró el viceministro ruso de Exteriores, Guennadi Gatilov.

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