El titular de la Organización de Estados Americanos hizo una alusión crítica a los cuestionamientos que recibe la entidad y la reivindicó como un espacio de diálogo.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, inauguró anoche la 42da. Asamblea General, que delibera en Tiquipaya, a 12 kilómetros de la ciudad boliviana de Cochabamba, con un llamado de atención a los países que proponen el fin del organismo regional.
A juicio del diplomático chileno, es una «extraña paradoja» que «mientras algunos hablan de terminar con la OEA, son cada vez más los que acuden a ella, sabiendo que aquí encontrarán siempre un espacio de diálogo, un lugar donde, aun cuando no se puedan resolver todas sus inquietudes, al menos ellas serán escuchadas y conocidas».
«Por esas y otras razones la OEA continua siendo una institución indispensable, aunque se critican a veces con buenas razones nuestras limitaciones y errores», subrayó Insulza, citado por la agencia estatal ABI.
El Secretario General de la OEA consideró que, en ese sentido, América es un hemisferio de regiones donde los temas de integración económica se tratan mejor en Caricom, en el Sica, en Unasur, el Mercosur o la CAN.
«La OEA tiene espacios que son hemisféricos ya sea por su propia naturaleza o porque los hemos asumido como nuestra tarea desde hace mucho tiempo y tenemos ventajas comparativas indudables para cumplirlas», justificó.
Enumeró como objetivos principales de la organización la conservación, fortalecimiento, defensa y expansión de la democracia; la defensa y promoción de los derechos humanos; la preservación de la paz y la seguridad en todo el hemisferio, y el desarrollo integral de todos los países miembros, principalmente sobre la base de la propia Carta de la OEA y la Carta Social.
Fuente: Télam