Para el director de Isonomía Consultores, Juan Germano, Proyecto Sur y el oficialismo convergen en un mismo tipo de votante, lo cual tendría como resultado una merma de votos para el kirchnerismo en caso de que Pino Solanas haga una buena elección. Incluso señala que podría mandar a CFK a un ballotage.
Por más que la agenda de los políticos tenga como próxima situación las elecciones, aún es pronto para realizar análisis que sean determinantes. No solo es una cuestión de tiempo, sino también de definiciones legales que logran reducir a la multiplicidad de escenarios posibles actuales: es menester observar que sucede con las primarias, cuales candidatos “juegan” por adentro de que partidos y que precandidatos sostienen sus aspiraciones, entre otras cuestiones políticas. A su vez, hay innumerables cantidad de situaciones que tienen mayor relación con la agenda de los ciudadanos -en el día a día- y que implican necesariamente potenciales situaciones que pueden favorecer a unos pero también erosionar a otros.
El punto radica en que de cara a las elecciones ejecutivas del año, si se analiza la distribución de intención de voto nacional, es posible observar que el oficialismo, en manos de la Presidenta, ostenta cerca de 40 puntos porcentuales; los dos candidatos más fuertes del radicalismo (Julio Cobos y Ricardo Alfonsín) obtienen cerca de 20 puntos; el Jefe de Gobierno porteño roza los 17 puntos; Fernando “Pino” Solanas pisa los 9 puntos y el resto se reparte entre otros candidatos y los indecisos.
Observando estos números, sería pasible pensar que la actual Presidenta podría lograr llegar a los 45 puntos sin demasiada especulación sobre la cantidad de votos que pueden llegar a conseguir los candidatos opositores, pero si se analizan otras variables importantes, tal afirmación puede parecer aún apresurada de obtener: principalmente hay que analizar el techo electoral de Cristina Fernandez de Kirchner y la predisposición del electorado a votar a oficialismo u oposición. Si se agregan estos ejes, la hipótesis de los 45 puntos parece ser más borrosa.
En este sentido, cobra especial relevancia observar como se componen los votos de todos los dirigentes, con un principal hincapié en quienes aducen votar por “un candidato opositor”. Estos perfiles de votantes se reparten esencialmente entre los votos radicales y los votos a Macri, con un pequeño porcentaje que dice elegir a Fernando “Pino” Solanas. Por su parte, de los que dicen votar por “un candidato del oficialismo” eligen en su gran mayoría a la Presidenta y en un porcentaje notablemente menor al candidato de Proyecto Sur.
El dato es, más allá del título, que los votos de Fernando Solanas resultarían claves para imposibilitarle a Cristina Fernández lograr los 45 puntos que la dejarían como ganadora en primera vuelta y podrían entonces ser determinantes para el triunfo de un candidato opositor, dependiendo claro, de cual llegue mejor posicionado. Lo paradójico es que hoy en día el segundo mejor ubicado es el actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, gran adversario del mismo Pino Solanas.
Vale remarcar las salvedades hechas al principio del presente documento, donde se hace hincapié en el tiempo que resta de cara a las elecciones y la multiplicidad de variables que componen los variados escenarios; no obstante, el punto es que existe una posibilidad, que sea el lanzamiento de Fernando Solanas el que mejore las posibilidades de su adversario más conocido a imponerse en las próximas elecciones nacionales.
Aún falta mucho y la clase política continua girando sobre discusiones que siguen alejadas de los temas de la ciudadanía por lo que parecen no registrar lo que sucede fuera de sus bunkers. Hay que estar atentos, ya que tal vez un candidato cercano puede ser sinónimo de triunfo para dirigentes que sin dudas, miran desde otra vereda. La paradoja más grande sería que Mauricio Macri grite ganador gracias a Pino Solanas.
Fuente: www.agenciacna.com/