Desde el entorno del CEO de YPF, Miguel Galuccio, aseguran que no renunciará, aunque admiten que el decreto que autorizó una virtual estatización de todo el mercado petrolero impactó en las negociaciones que llevada adelante para conseguir inversores internacionales. La próxima semana inaugurará obras en la refinería de La Plata y podría mostrarse con la Presidenta.
Los rumores sobre una posible renuncia de Miguel Galuccio volvieron a crecer en los últimos días, luego del sorpresivo decreto 1277 que virtualmente autorizó la estatización de todo el mercado petrolero. La medida fue impulsada por el viceministro de Economía, Axel Kicillof, e inclusó lo dejó al frente de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones. Un golpe al CEO de YPF.
Desde el entorno de Galuccio, sin embargo, desmientren que haya pensando en renunciar. En rigor, aseguran que participó de la decisión del decreto, aunque sí generó un impacto el momento de su firma, en medio de las negociaciones para conseguir inversores internacionales para aumentos las exploraciones y las explotaciones.
El equipo de Galuccio no estaría pensando en abandonar su plan; por el contrario, por estas horas analizan cómo pulir algunos detalles del decreto en su reglamentación para no desalentar esas inversiones. Confían que en las próximas semanas podría haber novedades al respecto.
Mientras tanto, Galuccio continúa con sus viajes a las distintas plantas que tiene la petrolera por el país, para conversar con los trabajadores y seguir explicando cuáles serán los próximos pasos que dará la compañía. Hoy estará en Santa Cruz, está presentando un plan para impulsar el desarrollo de empresas regionales.
La próxima semana habrá una señal que podría mostrarlo fortalecido: estará en La Plata inaugurando una nueva planta de hidrodesulfuración de gasoil, que permitirá producir localmente un diesel que cumpla con las normas más exigente de la Unión Europea, es decir por debaje de las 500 partes de azufre por millón -que hoy se importa-.
El acto podría incluso contar con la presencia de Cristina Kirchner, todo una señal de acompañamiento a la gestión de Galuccio, más allá de las diferencias que existen en algunas lecturas con otro funcionario que por estos días cuenta con una elevada consideración presidencial: Kicillof.
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