El total de diplomáticos en el país aumentó de 1.023 en 2000 a 1.557 en 2012. Al mismo tiempo que su estructura se adapta cada vez más a las demandas brasileñas de ser un actor global, apoyando a las empresas nacionales que se internacionalizan, se le reclamará a Brasil posicionarse con más fuerza en los asuntos mundiales, advierten expertos.
El embajador Tovar da Silva Nunes, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores brasilero, dijo que el crecimiento de la diplomacia nacional ya llegó a causar problemas de espacio físico en el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Palacio de Itamaraty.
Brasil comienza a tener una estructura diplomática muy grande. Ya cuenta con 228 representaciones (frente a 155 en 2003) por el mundo, cantidad muy similar a la de Alemania y por encima India y Sudáfrica, recordó el diario O Globo.
Se supone que el motivo es porque la posición del gobierno brasileño será más relevante que en el pasado. Pero ¿cómo lo viven sus vecinos latinoamericanos? ¿Brasil podrá mantener su imagen de que no es una potencia imperialista, o regresará a los días del Imperio?: es un reto típico de nación desarrollada que Brasil, país emergente, comienza a enfrentar.
El embajador Tovar da Silva Nunes, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores brasilero, dijo que el crecimiento de la diplomacia nacional ya llegó a causar problemas de espacio físico en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Él afirma, además, que el mayor peso de Brasil en los debates globales hace que otras naciones anuncien embajadas en Brasil, como el caso actual de islas Fiji, lo que significa que Brasil, por la ley de reciprocidad, también tenga que abrir embajadas en esos países. Él dice que con el aumento de los negocios globales en Brasil, la nueva estructura, mucho más voluminosa, es esencial.
«Además de la búsqueda de un mayor espacio en los debates mundiales, la demanda crece con el progreso del país. Tenemos más brasileños en el extranjero, más empresas multinacionales. Esta estructura del el Ministerio de Relaciones Exteriores es fundamental hasta para ampliar los negocios brasileños», dijo el diplomático.
Nunes explica que Brasil se aseguró más presencia en más países con la creación de embajadas acumulativas. También dice que no fueron sólo más representaciones sino también reforzar algunas delegaciones importantes, como la embajada en Bruselas, sede de la Unión Europea, que ganó más diplomáticos. Aunque considera que el país hoy en día cuenta con la estructura adecuada, recuerda que todavía está detrás de las grandes naciones como USA, Reino Unido y Francia, e incluso Rusia y China:
«Entre los BRIC tenemos una estructura sólo más amplia que India y Sudáfrica», según él.
También dice que Brasil está comenzando a enfrentar más presión en sus fronteras, hasta por el avance de la inmigración ilegal.
Oliver Stuenkel, profesor e investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas, señaló que este avance en el número de diplomáticos no es suficiente para un país que quiere tener un gran protagonismo. Recuerda, por ejemplo, que en China, principal socio comercial de Brasil, la oficina brasilera solo tiene 16 diplomáticos. En Nueva Delhi, sólo 6.
«A medida que crece la presencia económica de Brasil, este punto de vista puede cambiar. La diplomacia brasileña tendrá que defender los intereses nacionales, lo que no siempre será bueno para los demás países. Brasil tendrá que entrar en los complejos debates, posicionarse», dice Stuenkel.
El profesor cree que la buena imagen de Brasil y la tradición de no injerencia en los asuntos internos (como en el caso de Siria) puede darle al país la condición de mediador de conflictos. Pero también deberá defender con fuerza conceptos como derechos humanos y democracia, especialmente en América Latina, donde la democracia crea estabilidad, previsibilidad y negocios.
«Lo que pasó con Paraguay, expulsado rápidamente del Mercosur, tiende a repetirse cuando hay intereses nacionales en juego. En otros casos, sin embargo, Brasil deberá ser pragmático como las grandes potencias», dijo Stuenkel.
Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UNB), Stevão Martins, gastar más dinero no es cosa de país rico, sino de nación inteligente. Sin embargo, critica la expansión diplomática en Brasil porque se realizó de forma «precipitada» en los últimos años.
Fuente: Urgente24