Legislatura Hoy

Leyes y políticas

Obama, tras la masacre: “Estas tragedias deben terminar”

Ante las familias de Newtown, el mandatario afirmó que el país necesita cambiar y se comprometió a trabajar en ese sentido, aunque no aclaró que medidas concretas impulsará. Los demócratas quieren limitar el acceso a las armas.

Por: INFOnews

“Cada padre sabe que no hay nada que no vayamos a hacer para proteger a nuestros hijos”, insistió Obama, ante un auditorio colmado de familiares de las víctimas.

“No podemos tolerar más esto. Estas tragedias tienen que terminar. Y para que eso suceda, tenemos que cambiar”, dijo. Obama recordó que llegó hasta allí para hacer algo que ya había hecho tres veces antes en sus cuatro años en la Casa Blanca. En 2009, había viajado a Fort Hood, Texas; en 2011, a Tucson, Arizona, y este año, a Aurora, en Colorado.

Pero, a diferencia de sus viajes anteriores, la presencia de Obama en Newtown llegó en medio de una creciente e inusitada presión para que la Casa Blanca empuje al Congreso a restringir el acceso a las armas, en particular rifles como el que utilizó Adam Lanza, de 20 años, el viernes último, para terminar con la vida de 20 chicos y seis mujeres, en la peor masacre escolar de este país. Antes de irrumpir en la escuela primaria, Lanza había asesinado a su madre.

“No podemos tolerar esto más. Estas tragedias deben terminar. Y para terminarlas tenemos que cambiar. Nos dirán que las causas son complejas, y es así. No hay ninguna ley que pueda eliminar el mal del mundo o evitar cualquier acto de violencia, pero eso no puede ser una excusa para que no actuemos”, dijo ayer Obama.

“En las próximas semanas voy a utilizar mis poderes para comprometer a los ciudadanos, a los padres, a los educadores, en un esfuerzo para evitar que ocurran más tragedias como éstas”, prometió.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, uno de los activistas más férreos a favor del control de armas, le había reclamado antes a Obama que fuera mucho más agresivo. “Es hora de que el presidente se levante y lidere”, dijo. “Él es el presidente de Estados Unidos, y si no hace nada durante su segundo mandato, algo así como 48.000 norteamericanos serán asesinados por armas ilegales, y eso es más o menos el mismo número de norteamericanos que fueron asesinados en toda la guerra de Vietnam”, graficó.

La senadora demócrata Dianne Feinstein dijo que presentará ante el Congreso en enero próximo un proyecto de ley para quitar “las armas de guerra de las calles”, que impondría una restricción similar a la que impulsó Bill Clinton durante su presidencia, y que expiró en 2004, cuando George W. Bush estaba en la Casa Blanca.

Uno de los senadores más notorios de la Cámara alta, Joseph Lieberman, apoyó el regreso a esa política.

“Las armas de asalto fueron diseñadas para la guerra por los militares”, justificó el senador, presente anoche en Newtown.

Pero el lobby de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, en sus siglas en inglés) y de la industria armamentista por frenar cualquier restricción a la compra de armas encuentra respaldo no sólo entre los norteamericanos -cuya gran mayoría, según las últimos sondeos, no favorece las prohibiciones a las armas-, sino también entre legisladores conservadores.

“Quisiera Dios que hubiera tenido un M-4 en su oficina”, lanzó el congresista republicano de Texas Loiue Gohmert, al hablar sobre la directora de la escuela de Sandy Hook, Dawn Hochsprung, de 47 años.

Debes estar conectado para publicar un comentario.