El presidente Obama cumplió con una de sus promesas de la campaña electoral y anuló la ley que obligaba a los gays a ocultar su orientación sexual bajo la amenaza de ser expulsados.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió anular la norma que le prohibía a los homosexuales incorporarse en las fuerzas armadas dando a conocer su orientación sexual, conocida como Don’t Ask, Don’t Tell (no pregunte, no diga), bajo la amenaza de ser expulsados.
De esta manera, Obama cumplió con una de sus promesas de la campaña electoral que lo llevó al triunfo en las elecciones de 2008 y a la Casa Blanca.
«Su país necesita de ustedes, su país los llama y nos sentiremos honrados de recibirlos en las filas del mejor Ejército del mundo», dijo Obama a sus compatriotas homosexuales durante una ceremonia en Washington y antes de firmar el texto de ley aprobado por el Senado el fin de semana pasado.
El presidente estadounidense afirmó que «ya no se le pedirá a miles de estadounidenses en uniforme que vivan una vida de mentiras, o que tengan que estar atentos sobre sus hombros, para poder servir al país que aman». Y citó el caso de un soldado estadounidense que según él resume bien la situación: «Hay un homosexual en nuestra unidad. Es fuerte. (…) A nadie le importa que sea gay».
La norma fue introducida por el Pentágono en 1993, como una primera etapa para levantar la prohibición total de servicio militar para los homosexuales. De todas maneras, la aplicación de esa norma resultó en la expulsión de alrededor de 13.000 personas de las fuerzas armadas después de que su orientación sexual se hiciera conocida por alguna razón.
Ahora la secretaría de Defensa deberá poner en práctica el levantamiento de la prohibición, lo cual podrá tomar «algunos meses», según explicó hoy el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
Fuente: larazon