Sao Paulo, 23 dic (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su sucesora, Dilma Rousseff, participaron hoy en una celebración anticipada de la Navidad con unas 2.000 personas que viven en las calles y subsisten mediante la recolección de basura.
«Termino mi mandato con mucho orgullo, junto con ustedes, de la misma forma que comencé en 2003, junto con ustedes», declaró Lula, al recordar que la ceremonia realizada hoy se repite anualmente desde que asumió la presidencia de Brasil.
Al hacer un repaso de las leyes que su Gobierno aprobó en favor de los más pobres, Lula bromeó incluso con muchos de los presentes.
«Veo que ahora están todos más gordos, que están comiendo más», dijo Lula, quien subrayó que «la foto» de ese acto era un símbolo de los cambios registrados en el país durante los últimos ocho años.
«Decir que Brasil no cambió es no ver esta foto, porque aquí hay dos presidentes, uno saliente y otro entrante; hay varios ministros y hasta presidentes de empresas públicas, todos con los recogedores de basura celebrando la Navidad», declaró visiblemente emocionado.
Rousseff, que hasta ensayó algunos pasos de baile al ritmo de una samba que entonaba un grupo de músicos formado por gente que vive en la calle, también derramó alguna lágrima y en un breve discurso se comprometió a seguir «el mismo camino de atención a los más pobres» trazado por Lula.
«Asumo también el compromiso de que todo 23 de diciembre estaré aquí, dando continuidad a lo que el presidente Lula hizo por todos ustedes en los últimos ocho años», apuntó Rousseff, quien asumirá el cargo el próximo 1 de enero.
El acto se celebró en un local que pertenece a una organización católica dedicada a la atención de los más pobres de la ciudad de Sao Paulo, en el que funciona una cooperativa de recogedores de latas y basura creada en el marco de los programas sociales que Lula impulsó desde enero de 2003.
María Lucia dos Santos Ferreira, representante del Movimiento de la Población de la Calle, tomó la palabra para agradecer a Lula todo «el esfuerzo que ha dedicado» a los más pobres.
«Salimos de la invisibilidad, recuperamos el brillo en los ojos y fuimos reconocidos como ciudadanos gracias a Lula», dijo dos Santos Ferreira, quien aseguró que «el corazón de la población de la calle está lleno de gratitud» con quien definió como «el mejor presidente de la historia de Brasil».
Dirigiéndose a Rousseff, declaró que ahora «la lucha continua», pero con «la sensibilidad de una mujer», a la que instó a reforzar la seguridad de quienes viven en las calles de Sao Paulo, pues «más de 80» fueron asesinados este año.
«No nos olvide, presidenta Dilma, que todavía muchos vivimos en los basureros», apuntó.
Durante el acto, diversas empresas públicas, como Petrobras, el Banco do Brasil e Itaipú Binacional, se comprometieron a apoyar a los recolectores de basura organizados en cooperativas, mediante la adquisición del material reciclable que obtengan en las calles.
Fuente: EFE