El mandatario interino y aspirante a la presidencia de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó la militarización de las instalaciones de generación y distribución de electricidad, después de que varias zonas del país fueran afectadas anoche por un extendido corte de luz.
“Ayer dejaron sin luz un amplio sector del estado Aragua y media Caracas; la derecha está organizando un apagón en todo el país, es una guerra económica, una guerra eléctrica contra el pueblo”, dijo Maduro en San Carlos, capital del estado Cojedes, en un acto de la campaña para las elecciones presidenciales del domingo 14.
Pese a la imputación que hizo a “la derecha”, Maduro agregó que “se ha destituido al jefe de (la empresa estatal) Corpoelec de Aragua y se está investigando, y van a ir presos todos los funcionarios que estén complotando contra el pueblo”, informaron las agencias noticiosas AVN, ANSA, DPA y EFE.
“En este momento, el gobernador Tareck El Aissami, con la Policía y la Guardia (Nacional, policía militarizada), están tomando las subestaciones eléctricas del estado Aragua”, aseguró Maduro.
El presidente encargado relacionó los cortes de luz con la oposición y, particularmente, con el principal candidato de ese sector a la presidencia, Henrique Capriles Radonski: “El enemigo de la patria existe y lo mueve el odio, y por eso es que `Caprichito` (como llama a su competidor), por donde va, va anunciando los apagones en los estados”, dijo.
La declaración de Maduro tuvo lugar después de que varias figuras y ciudadanos adversarios del gobierno colmaran durante algunas horas las redes sociales de mensajes acusando a las autoridades por los apagones y sugiriendo que se trató de una maniobra para desalentar actos proselitistas, como el que simpatizantes de Capriles efectuaron, a oscuras, en el elegante barrio caraqueño Cumbres de Curumo.
En tanto, Capriles, quien hoy efectuó un acto en Porlamar, capital del estado Nueva Esparta, en la turística isla Margarita, amplificó la denuncia que miembros de su equipo radicaron ayer ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), según la cual un técnico del partido gobernante tenía en su poder el código de acceso a las máquinas de votación.
“Mi lucha es contra los corruptos y enchufados que fueron pillados con las claves de las máquinas electorales”, señaló el líder de la oposición.
La denuncia fue admitida públicamente por uno de los directores del CNE, Vicente Díaz, y, según el dirigente opositor Ramón Aveledo, también por la presidenta del organismo electoral, Tibisay Lucena.
De cualquier modo, tanto Díaz como Aveledo remarcaron que si bien es irregular que las claves de acceso a las máquinas de votación estén en manos de militantes de cualquier partido, ello sólo podría provocar demoras en el escrutinio pero no fraude.
En el acto de hoy en Porlamar, Capriles exhortó a sus simpatizantes a “estar listos para la lucha, para que amanezca una nueva Venezuela”.
“Quiero que imaginen el 15 de abril; voy a recorrer estas calles como el presidente de todos los venezolanos y decreto que el 15 de abril será el día de la paz en Venezuela”, afirmó.
Por otro lado, la Iglesia católica, cuya jerarquía mantiene desde hace años una relación distante con el oficialismo, convocó a la ciudadanía a participar de las elecciones del 14.
“Votar es una seria obligación moral; se trata de fortalecer la democracia y garantizar el bien de los venezolanos, sin exclusión ni discriminación alguna”, indicó el Arzobispado de Caracas en un comunicado.
En Venezuela el voto no es obligatorio e incluso la inscripción en el padrón para cada elección es voluntaria.
En las últimas presidenciales, el 7 de octubre pasado, votó alrededor de 80 por ciento de los casi 19 millones de ciudadanos empadronados, lo que representó una tasa de asistencia inusualmente alta para los hábitos del país.
Fuente: Télam
