Los metrodelegados continúan sin realizar el recorrido completo en la línea B y está paralizada la H. Ayer hubo una negociación de diez horas pero no sin acuerdo. Se volverán a reunir hoy. Macri amenazó con descuentos y un funcionario dijo que la actitud es «causal de despidos».
Tal como sucedió ayer, la línea B de subte funciona con «un esquema especial» entre las estaciones Los Incas y Juan Manuel de Rosas, donde las formaciones son conducidas por personal jerárquico ya que los metrodelegados continúan con su rechazo a conducir en las estaciones inauguradas el viernes pasado.
En paralelo, la línea H continúa sin operar por un conflicto similar. Los trabajadores de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) aseguran que, desde la inauguración de la estación Hospitales, Metrovías afectó «el cronograma del período de descanso del personal».
Ayer, representantes de los metrodelegados, Metrovías y funcionarios porteños negociaron en la subsecretaría de Trabajo durante casi diez horas pero no lograron un acuerdo y decidieron suspender las conversaciones hasta hoy a las 15.
Tras el encuentro, Mauricio Macri cuestionó a los metrodelegados y amenazó con descuentos. «Estamos mejorando la eficiencia del transporte, que estaba abandonado durante la gestión kircherista, pero el sector de los metrodelegados no está colaborando. Se les va a descontar lo no trabajado», advirtió el jefe de Gobierno en diálogo con TN.
«Están entrando en un terreno en el que los trabajadores van a estar perjudicados por culpa de los metrodelegados y la gente está siendo perjudicada por culpa de los metrodelegados», indicó Macri y reiteró que «las estaciones están perfectas».
En tanto, esta mañana el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, volvió a criticar a los gremialistas y dijo que la protesta es «causal de despidos». Según el funcionario, «la problemática concreta» en la línea B «es el tiempo efectivo de trabajo», y no las falencias en seguridad y comunicaciones, como denuncian los metrodelegados.
Sabor explicó a radio La Red que «la vuelta se extiende 62 minutos. Si (los guardas y conductores) dan cuatro, como quieren dar, estarían trabajando 4 horas y 8 minutos. La empresa pide que den cinco vueltas, 5 horas y 10 minutos. Es absolutamente lógico, no vulnera ningún derecho de los trabajadores y se les respeta las seis horas con sus tiempos de descanso».
Consultado sobre si es «causal de despido» que los empleados se opongan a conducir a lo largo de toda la línea, Sabor respondió: «Si hay una orden de trabajo y usted se niega a cumplirla, y es una orden lógica y no cambia ningún tipo de condición del trabajo, sí». «Si el trabajador, dentro del horario de trabajo, que son seis horas, se niega a realizar determinada una tarea y persiste la medida de fuerza, la empresa podría aplicar medidas», completó.
En tanto, el delegado Claudio Dellecarbonara reafirmó que «en las condiciones en las que están las nuevas estaciones y túneles, no vamos a arriesgar nuestras vidas ni la de los usuarios yendo más allá de Los Incas. Se está denunciando algo terrible».
«Hay peligros mayores, como riesgo de derrumbe y de electrocución, y falta de comunicación entre los trenes y el puesto central de operaciones», sostuvo el candidato a senador por el Frente de Izquierda y recordó que «estas falencias de seguridad ya costó la vida a un compañero nuestro que murió electrocutado en una de las inundaciones que son cotidianas en esta zona».
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