Desde 2003 a 2011 el empleo formal creció por encima de la Población Económicamente Activa, con un marcado desaceleramiento a partir de 2008. Desde 2012, el mercado formal ya no supera el crecimiento de la PEA, lo que revela la pérdida de dinamismo. La AFIP dejó de publicar ese dato en marzo de este año, lo que no augura una mejoría. La influencia del empleo público.
Por Cristian Folgar
Una de las mejores medidas de inclusión social, quizá la más importante, es la tasa de incorporación de trabajadores al mercado formal. Un trabajador formal recibe cobertura médica, aportes patronales y otros beneficios, dependiendo del convenio colectivo, su calificación y el tipo de industria.
El empleo informal, si bien cuenta para “bajar” la tasa de desempleo en las estadísticas laborales, no puede interpretarse como una “verdadera inclusión”. Es preferible la existencia de empleos informales a la falta de éstos, pero cualquier política en materia de inclusión no puede agotarse en ello. Sólo los empleos formales le dan a los trabajadores una cobertura adecuada.
Según estadísticas de la AFIP, desde mayo de 2003 hasta diciembre de 2007, es decir durante la presidencia de Néstor Kirchner, se crearon casi 1,5 millones de puestos de trabajo formales por encima del crecimiento en valor absoluto de la Población Económicamente Activa (PEA). Es decir, el crecimiento del empleo formal no sólo cubrió el incremento de personas que buscaron trabajo, sino que lo excedió en 1,5 millones de trabajos formales.
Desde enero 2008 hasta diciembre de 2011, durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, según la propia AFIP, la creación de empleos formales superó al crecimiento de la PEA en poco más de 220 mil puestos formales de trabajo. Es decir casi 7 veces menos que el período anterior.
Cristian Folgar es economista, graduado en la UBA. Desde junio del 2003 hasta diciembre de 2007 fue Subsecretario de Combustibles de la Nación.
Es profesor adjunto regular de Microeconomía en la UBA y de Historia del Pensamiento Económico en la UCES. Dictó clases en distintas maestrías o cursos de postgrado. Actualmente, es consultor nacional e internacional en temas regulatorios relacionados con Servicios Públicos, especialmente en lo relacionado con el sector energético.
Esta desaceleración en la creación de puestos de trabajo formales, ya de por sí mostraba los primeros síntomas de problemas de competitividad de nuestra economía. Pero aún así, durante el periodo 2008/2011 se siguieron creando puestos de trabajo por encima del crecimiento de la PEA, con lo cual el proceso de inclusión de trabajadores al mercado formal siguió adelante aunque a tasas menores.
Otro elemento a destacar es que durante el período 2003/2007 el 88% de los empleos formales se crearon en el sector privado, el resto en el sector público. Durante el período 2008/2011 el 72% de los empleos formales se crearon en el sector privado y el resto en el sector público.
Desde enero 2012 hasta marzo 2013, última estadística publicada por la AFIP, el mercado laboral formal ya empieza a mostrar cierta incapacidad para seguir incluyendo trabajadores. En este último período el crecimiento del mercado formal no logró superar el crecimiento de la PEA en casi 10 mil empleos. Es decir, no todos quienes buscaban trabajo encontraron un empleo formal (o directamente no encontraron empleo de ningún tipo). Hasta marzo de este año se siguen creando empleos formales en valor absoluto, pero ahora la PEA crece mas rápido que el empleo formal.
Si observamos la película completa, está más que claro que el mercado laboral esta perdiendo dinamismo. Que la AFIP haya interrumpido la publicación de estas estadísticas en marzo no augura mejores datos.
Otro dato cualitativo ayuda en este análisis. Desde enero 2012 hasta marzo 2013, “sólo” el 59% de los nuevos empleos los creó el sector privado. El sector público esta aumentando su participación porcentual en la generación de empleo, pero lo hace a costa de un mayor déficit fiscal que se cubre con el “impuesto inflacionario”.
La pérdida de competitividad de la economía está impactando de manera indudable en el mercado laboral. Los magros resultados electorales del gobierno en las últimas PASO seguramente son multicausales, pero ciertamente los problemas que se observan en el mercado laboral influyeron en mayor o menor medida en la pérdida de votos del oficialismo.
El marcado laboral dejó de incluir trabajadores, el gobierno debe tomar nota de esto. Con dejar de publicar las estadísticas de la AFIP el problema no se va a solucionar. La economía necesita que el sector privado vuelva a demandar mano de obra a mayor escala, el sector público no tiene capacidad para sustituir al sector privado en el mercado laboral formal. El sector privado para volver a demandar empleos formales necesita recuperar la competitividad que supo tener y perdió en los últimos años.
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