El discurso es de Cuba, las armas vienen de Rusia, y el dinero de China: es la trinidad sagrada de las importaciones que el chavismo hace para estabilizar su régimen en Venezuela. La fórmula ya la había establecido el desaparecido líder Hugo Chávez mientras estuvo en el poder. Sin embargo, el Gobierno venezolano no consiguió convencer a las autoridades de la República Popular China para la firma de un acuerdo que implicara un auxilio económico en dinero en efectivo, informó una fuente de manera extraoficial. La comitiva integrada por directivos del Ministerio de Finanzas, el Banco Central de Venezuela, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social y el Fondo de Desarrollo Nacional ni siquiera pudo exponer la propuesta que llevaban, aseguró la fuente.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La idea inicial era que la China aceptara diversificar la ayuda económica a través de un crédito que no estuviera atado a proyectos de infraestructura como lo está el Fondo Pesado. En esta nueva visita del presidente Nicolás Maduro, el acuerdo fue renovado por US$5.000 millones con el Banco de Desarrollo de China y se cancelará igualmente con envíos de petróleo.
Durante su visita a la emergente superpotencia mundial, Maduro alardeó de la firma de 27 acuerdos de cooperación con China, entre los que destacó una nueva línea de crédito por US$5.000 millones, destinado al llamado Fondo Mixto China-Venezuela, creado en 2007 para sufragar obras de infraestructura en áreas clave de energía, telecomunicaciones y vivienda, entre otras. Hasta hace poco, algunos rumores afirmaban que la parte china se mostraba reticente a entregar fondos hasta que Venezuela dispusiera de nuevas garantías que respaldaran los préstamos.
En verdad, el gobierno de Beijing dejó en claro desde el principio que no ofrece ayudas económicas a otros países, distintos a los fondos establecidos con Venezuela, y que también incluyen al Fondo Binacional. El convenio -firmado en 2010- supuso un intercambio comercial para adquirir mercancía de esa nación y permitió la llegada a Venezuela de línea blanca y otros productos que fueron puestos a disposición de los consumidores en las cadenas de comercialización del Gobierno.
Maduro intentó reconvertirlo a préstamo de dinero en efectivo.
La negativa de China ha dejado al postchavismo con pocas vías para afrontar la escasez de divisas que impacta en el suministro de bienes y aumenta los precios en general. Los integrantes del Gabinete Económico continúan sin acordar sobre la manera cómo va a funcionar el nuevo mercado secundario cambiario, que debería entrar en vigencia a finales de octubre, según fuentes relacionadas con el Ministerio de Finanzas.
El eje del debate consiste en la negativa del ministro de Planificación, Jorge Giordani, a permitir que el tipo de cambio fluctúe con topes que estén por encima de 11 bolívares por dólares. Los técnicos de Finanzas y del BCV insisten en la necesidad de acortar la brecha entre el tipo de cambio oficial de 6,30 bolívares por dólar y la cotización del mercado no oficial.
Ante la negativa de China de otorgar el auxilio en divisas, la posibilidad de que Giordani se imponga pierde fuerza, pues la manera de contener la demanda en el nuevo mercado secundario sería permitir una maxidevaluación.
En las discusiones del Gabinete Económico, las tendencias coinciden es en que la maxidevaluación significará una mayor espiral inflacionaria. El alza de precios ha afectado el clima de opinión pública que miden las encuestadoras contratadas por el Gobierno y que señalan que la inflación y el desabastecimiento son los principales problemas de la población.
El mercado secundario comenzará a funcionar en una 1ra. etapa con la oferta que disponga la República y la empresa Petróleos de Venezuela. Los bancos públicos y privados funcionarán como intermediarios. En una 2da. etapa entrarán en funcionamiento las casas de bolsa.
Pero también ocurren otros problemas en Venezuela.
La Administración Maduro busca evitar un nuevo colapso en los puertos nacionales, tal y como ocurrió en 2012.
Sin embargo, el incremento de las importaciones de alimentos + las limitaciones operativas de los puertos + el déficit de camiones = dificultades para la logística de distribución de los productos.
La semana pasada permanecían fondeados en la bahía de Puerto Cabello, 17 buques con alimentos a granel, que en conjunto transportaban 353.787 toneladas de arroz, maíz y azúcar, entre otros productos.
Pese a que las autoridades permitieron operaciones de descarga y despacho de mercancía durante el fin de semana, el número de buques con alimentos a granel aumentó. El lunes 23/09 había 21 buques cargadas con 434.871 toneladas de alimentos, según la revista Informes de la Cámara de Comercio de Puerto Cabello (CCPC). De ese total, hasta 6 buques llevan mercancía importada por la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA).
Al detallar el reporte se aprecia que en bahía hay 111.000 toneladas de azúcar, 184.000 tn de maíz y poco más de 68.000 tn de trigo, 6.000 tn de arroz, 39.000 tn de harina de soja, 14.200 tn de cebada maltera y 11.000 tn de porotos de soja.
En Puerto Cabello el ritmo de descarga y despacho de productos es menor a la velocidad con que continúan llegando nuevos buques. Sólo entre el sábado y el domingo arribaron a las costas del principal puerto venezolano, 8 barcos con alimentos.
El ministro de Alimentación, Félix Osorio, informó que el martes 24/09 despacharon de Puerto Cabello hacia el sector privado hasta 274 contenedores que sumaban 6.575 toneladas de alimentos. Agregó que durante 2013 han colocado 175.000 toneladas de alimentos a granel para el sector público y 725.000 toneladas para el sector privado.
Desde la Cámara de Transporte del Centro (Catracentro) advierten que en el país existe un déficit de hasta 2.000 unidades de transporte de carga pesada. «El déficit pudiera estar en el orden de las 1.500 ó 2.000 mil unidades», afirmó Tarek Bahsas, presidente de Catracentro.
Los datos del gremio indican que en Venezuela existen alrededor de 40.000 camiones de distintas capacidades, los cuales son insuficientes para atender el crecimiento de las importaciones de los últimos años. «El sector transporte no ha ido creciendo a la par de las exigencias del país, no tenemos el volumen de vehículos suficiente para movilizar la carga que llega a los puertos».
El año pasado se invirtieron US$939 millones en material de transporte, de los cuales US$734 millones de dólares se gastaron en automóviles, cifra que llegó a US$79 millones en el 1er. trimestre de 2013.
¿Comprarían camiones a China?
Las importaciones provenientes de China en 2012 fueron 291 veces más que las realizadas en 1998, cuando Hugo Chávez ganó las elecciones. En 2012 las compras a la nación asiática ascendieron a US$ 7.700 millones, mientras que en 1998 apenas alcanzaban a US$ 26 millones, una diferencia de 29.005,39%.
Para el 1er. cuatrimestre de 2013, las importaciones desde China sumaron US$ 2.600 millones, un crecimiento de 51,05% frente a los US$ 1.700 millones de igual período de 2012.
Las exportaciones en 1998 alcanzaban a US$ 4.820, cifra que en 2012 creció hasta US$ 422 millones; 8,6 millones de veces más.
Durante los primeros 4 meses de 2013, Venezuela exportó 626.000 barriles diarios a China, y 754.000 barriles a USA. Se espera que las ventas de crudo a la nación asiática alcancen el millón de barriles en los próximos 2 años.
Del total, se venden 300.000 barriles para pagar la deuda que mantiene Venezuela por préstamos otorgados por Beijing, según cálculos del economista Asdrúbal Oliveros.
El comercio bilateral creció de US$350 millones en 2000 a US$23.000 millones en 2012, al sumarse el comercio petrolero. Además, Beijing ha otorgado US$ 41.000 millones en financiamiento a Caracas y la colaboración “estratégica” entre ambos países está expresada en más de 300 acuerdos de cooperación.
La deuda de Venezuela con China asciende a US$47.300 millones, a partir de que en 2007 se constituyó el Fondo Chino para financiar proyectos en diversas áreas.
El endeudamiento se compone de US$36.000 millones prestados a Venezuela en 4 tramos, la renovación del quinto por US$5.000 millones adicionales negociados en julio pasado, US$4.000 millones para ejecutar proyectos en la faja petrolífera del Orinoco, US$2.000 millones como línea de crédito para la compra de materiales y US$300 millones para Pequiven. Los últimos 3 se cuentan como préstamos a Pdvsa, no al Estado.
Del total, según el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, se han cancelado US$20.000 millones. Los US$27.300 millones restantes representan 24,4% de la deuda pública externa que llegó a US$111.000 millones en el 2do. trimestre del año.
La deuda por abitante alcanzaría a US$943,13 si se toma en cuenta el censo de 2011, cuando la población ascendía a 28.946.101 habitantes. Al tipo de cambio oficial, a cada venezolano le correspondería cancelar 5.941 bolívares.
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