Anoche (03/10) el mercado se sorprendió por la emisión de una letra del Tesoro por casi US$ 8.000 millones al Banco Central, que sería un golpe fuerte a las reservas ya vapuleadas de la entidad. Ante el temor generado por esa movida el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, tuvo que admitir que en verdad esa Letra tiene como fecha de emisión el 16 de enero de este año por un monto, del que ya se utilizó “una porción sustancial”. No es la primera vez que el Gobierno utiliza esta maniobra, ya lo hizo en julio con un Lete que había emitido 9 meses antes.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El Gobierno lo hizo de nuevo: En julio pasado emitió deuda a través de dos Letras del Tesoro con las cuales se hizo con $1.200 millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, del Sistema Integrado Previsional Argentina y del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares. Una de las Letes se emitió 9 meses antes pero recién se publicó en el Boletín Oficial al cabo de ese período. Y no era la primera vez que ocurría ni sería la última: en mayo pasado, emitió otra letra del Tesoro esta vez para hacerse con $300 millones del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares. Esa decisión fue informada el 02/07 en el Boletín Oficial.
Ahora la maniobra se repitió anoche (03/10) cuando el Gobierno dio a conocer la emisión de una Letra del Tesoro por US$ 7.967 millones, suscripta hace ocho meses y medio atrás por el Banco Central (BCRA), en el marco del Fondo de Desendeudamiento. El monto, del que ya se utilizó “una porción sustancial” según indicó el Ministerio de Economía en un comunicado, equivale a más del 22% del nivel actual de reservas internacionales, estimado en unos US$ 34.743 millones al 2 de octubre.
Con esta nueva letra, el monto de emisión de instrumentos de deuda autorizado por el kirchnerismo en lo que va de 2013 supera los $ 88.203 millones, tomando el dólar al tipo de cambio formal, indicó el diario El Cronista.
Semejante toma de reservas generó revuelo en el mercado y temor por una fuerte caída de reservas acrecentando la existencia de títulos en la entidad monetaria.
Así, el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, tuvo que salir a dar la cara y reconocer que la emisión se trató de un «procedimiento formal» que no «debe interpretarse como una baja equivalente en reservas» del Banco Central y que se había informado tarde.
El Ministerio de Economía emitió esa letra a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, con la firma del ministro, Hernán Lorenzino.
La fecha de emisión es el 16 de enero de este año, con colocación directa a precio técnico en varios tramos y un plazo de reembolso de 10 años, de acuerdo con la resolución.
Además, la amortización será íntegra al vencimiento y devengará intereses, pagaderos semestralmente, «en función de la tasa de interés que devenguen las reservas internacionales del Banco Central para el mismo período y hasta un máximo de la tasa LIBOR anual menos 1 punto porcentual, aplicada sobre el monto de capital efectivamente suscripto», estableció el Palacio de Hacienda.
Al 17 de setiembre, el Tesoro le debía nada menos que US$ 43.000 millones al BCRA: mucho más de los US$ 34.743 millones que hay en reservas.
En pocas palabras: Más de un cuarto de las reservas pasaron a ser propiedad del Tesoro, en lugar de ser reservas líquidas destinadas a contener corridas.
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