Las cuentas públicas no logran alguna coherencia. El eje del modelo K consiste en un gasto público en ascenso sin tope, sólo limitado por la voluntad política pero nunca por la razonabilidad económica. Hoy se encuentra desbordado, y eso que todavía no impacta en los números el salariazo estatal que seguirá al salariazo policial. El estudio Massot & Monteverde advirtió que «es grosera brecha entre crecimiento del gasto y de ingresos tributarios», y agregó:
• El quebranto real fue casi 4 veces esa cifra, pues el maquillaje contable lo disimuló con transferencias de supuestas utilidades del Fondo de Sustentabilidad de la Seguridad Social (¡!) y del BCRA.
• La cuenta Rentas de la Propiedad, que computa esas transferencias, estalló 235% frente a septiembre de 2012 y aportó $ 13398 millones.
• De acuerdo a la manipulada contabilidad oficial, el resultado primario fue superavitario en $ 412,5 millones, 22,8% menos que en igual mes del 2012.
• Claro que si descontásemos las referidas transferencias de utilidades nos encontraríamos con un déficit primario de casi $ 14.000 millones.
• Los ingresos corrientes aumentaron 45% como resultado del feroz salto en la cuenta rentas de la propiedad.
• Los ingresos tributarios aumentaron 26,3% interanual.
• Además del salto en las transferencias de utilidades, fueron auxiliados con una mejora de 29,2% en los fondos apropiados a la Seguridad Social.
• La desaceleración que se ha visto en la recaudación en los meses de octubre y noviembre hace pensar en que se acentuará el deterioro de las cuentas públicas en el último trimestre.
• El gasto corriente trepó 46,2 % interanual y superó al aumento de los ingresos pese al grosero incremento en las transferencias de utilidades contables del BCRA y el Fondo de Sustentabilidad de la Seguridad Social.
• El comunicado de Economía adjudicó el aumento a las prestaciones de la Seguridad Social, impulsadas por el segundo ajuste bianual de los haberes de acuerdo a la Ley de Movilidad.
• El argumento oficial es mendaz, pues las prestaciones jubilatorias tuvieron un incremento muy inferior al promedio del gasto corriente, ascendiendo 37,4% interanual.
• El examen de los números deja en claro que la responsabilidad del salto en las erogaciones correspondió esencialmente al gasto de operación del estado, los intereses de la deuda y el rubro otros gastos corrientes, que encubre parte del déficit de las empresas estatales; estas cuentas saltaron 51%, 68,2% y 75,4% interanual, respectivamente.
• Los subsidios al sector privado treparon 49,9% interanual.
• Los correspondientes al sector público se incrementaron, en cambio, 31,5% frente a septiembre de 2012.
• El déficit reconocido de las empresas estatales trepó 42,6% interanual.
• Nótese la trayectoria marcadamente insostenible de las cuentas fiscales: la erogación necesaria para la operación del estado —corazón del gasto corriente— aumenta a un ritmo superior en casi 25 puntos porcentuales al del crecimiento de los ingresos tributarios, columna principal de los ingresos (concretamente, 51% interanual versus 26,3%).
• El mes preelectoral se hizo sentir en el gasto de capital, que aumentó 53,4% interanual.
• Hubiera aumentado más de no ser por el estancamiento nominal —fuerte caída en términos reales— de las obras públicas federales.
• Al calor de la campaña lo que realmente estalló fueron los subsidios de capital a provincias, municipios y universidades, que volaron 96,5% frente a lo erogado 1 año antes.
• En lo que va del año, y respetando los acicalados números oficiales, el déficit financiero acumulado sumaría $ 22.107 millones, 37,4% mayor al quebranto sufrido en idéntico período del año pasado.
Y el resultado primario ascendería a $ 6.856 millones, cifra que se trocaría en negativa si se descontasen las transferencias de pseudoutilidades.
www.urgente24.com