Luego de haber permanecido tres meses en ese país, Camila Speziale, Hernán Pérez Orsi y el resto de los activistas detenidos, podrán retornar cada uno a su país de origen
Crédito foto: Télam
Finalmente, tras permanecer en Rusia por casi tres meses (dos de ellos presos), los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, fueron amnistiados hoy por el parlamento ruso junto a al resto de los 26 activistas y podrán regresar a la Argentina.
Cabe recordar que los 30 activistas de Greenpeace fueron detenidos en septiembre por un comando en helicóptero tras una acción contra una plataforma petrolera de la empresa Gazprom en el mar de Barents, en una protesta por las consecuencias medioambientales de su actividad.
La Duma votó hoy una enmienda que extiende el decreto de amnistía que se había presentado a los acusados de vandalismo y piratería. El texto incluye a los 28 activistas y a los dos periodistas independientes que también habían sido arrestados.
Tras conocerse el fallo, Camila Speziale expresó que «este proceso está por terminar pero no es una razón para festejar porque estuvimos dos meses en la cárcel por un crimen que no cometimos». Sin embargo, se mostró «contenta de volver a casa», pero aseguró: «No estaré feliz del todo hasta que podamos asegurar la protección del Ártico».
Por su parte, Hernán Pérez Orsi, el otro argentino y segundo oficial del barco Arctic Sunrise, manifestó: «Me siento muy aliviado y feliz de tener la posibilidad de volver a casa».
Los procedimientos legales contra los activistas de Greenpeace llegarían a su fin y los 26 extranjeros podrán regresar a casa con sus familias en cuanto las autoridades rusas otorguen los permisos de salida. Como consecuencia de su detención, los activistas no tienen los sellos de ingreso en sus pasaportes ya que fueron llevados a Rusia por las fuerzas de seguridad.
Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace, comentó: «Estamos aliviados pero no podemos celebrar mientras Camila, Hernán y todos nuestros compañeros no estén en sus casas, junto a sus familias». Y agregó que «ellos fueron a poner el cuerpo para proteger un bien de toda la humanidad y los acusaron de un delito que no cometieron, mientras el Ártico continúa amenazado por las multinacionales petroleras».
El destino del Arctic Sunrise, actualmente embargado en Murmansk, sigue siendo incierto, a pesar de la orden dictada por un tribunal internacional, a raíz de una demanda presentada por el gobierno holandés, para que sea puesto en libertad.
Fuente: Infobae