Malas noticias para Juan Carlos Fábrega y Axel Kicillof. Tras la devaluación de enero, en menos de 2 meses el efecto positivo para la competitividad ya perdió el 50% porque no se bajó la inflación. De mantenerse el porcentaje de alza de precios registrado en enero y febrero, se hará necesaria otra devaluación. “El colchón cambiario ganado en enero terminaría de consumirse en el mes de agosto”, vaticinó la consultora Elypsis.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Desde que se decidió la brusca devaluación del peso a mediados de enero pasado venimos advirtiendo en Urgente24 que si no hay un plan antiinflacionario para frenar el alza de los precios, se terminará diluyendo el efecto competitivo de la devaluación y será necesaria otra. El problema además es que la medida en sí genera una suba inicial, lo que amenaza con un círculo vicioso.
Algunos economistas le pusieron fecha a la nueva devaluación, sería en el segundo trimestre si es que la inflación de febrero y marzo son similares a la de enero, lo cual se confirmó ya para el mes pasado y todo hace pensar que este mes estaría en similares guarismos sino mayores.
La calma cambiaria cumplió su objetivo de detener la caída de reservas pero no está exenta de costos para el Gobierno, ya que seis semanas de inmovilidad del dólar le han perder al peso casi la mitad del avance competitivo conseguido con la devaluación de enero, indicó este martes 11/03 el diario El Cronista.
La entidad conducida por Juan Carlos Fábrega mantiene anestesiado al dólar oficial desde fines de febrero. Tras hacerlo saltar más de $ 1,20 en la anteúltima semana de enero (una suba del 23% en el mes), el BCRA recortó 15 centavos desde el máximo de $ 8,015 anotado el 30 de enero.
La mayor oferta de divisas resultado de una norma que obligó a los bancos a deshacerse de u$s 2.500 millones en el spot y u$s 4.500 millones en el mercado de futuros y de la suba de tasas en pesos que ayudó a atraer más liquidaciones de exportaciones agropecuarias (cerealeras ingresaron casi u$s 2.000 millones en febrero y, durante la semana pasada, u$s 80 millones por día según datos de Ciara-CEC) le permitió a Fábrega hacer lo que quiso con el dólar.
Pero pese a todo esto, la suba de los precios no se detuvo.
“Desde que la devaluación de enero generó una suba del tipo de cambio real multilateral de 14,3%, la aceleración de la inflación, en parte fruto de la misma devaluación, se tradujo en una suba de precios (según nuestro relevamiento online) de 6,5% al 5 de marzo, recortando en 6.3% el tipo de cambio real (una medida de competitividad precio frente a nuestros socios)”, analizó el informe semanal de Elypsis, la consultora dirigida por Eduardo Levy Yeyati.
Según los cálculos de ese informe, a este ritmo, el “colchón cambiario ganado en enero terminaría de consumirse en el mes de agosto. La reciente estabilidad del dólar y una inflación elevada alimentan expectativas de un nuevo salto discreto; los contratos a futuro anticipan una aceleración de la devaluación”, concluye el reporte.
“La devaluación de enero cumplió su objetivo de que el BCRA deje de perder reservas. Pero la expectativa de mas devaluación continuará en pie si no modifican la política fiscal, que desde hace más de un año es único factor de crecimiento de la base monetaria”, coincidió Ramiro Castiñeira, de Econométrica.
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