El ultraderechista Frente Nacional de Francia, terminó quedandose con el 4,65 % del voto total, pese a haber presentado listas solamente en 597 municipios de los más de 36.000 que hay en el país. El avance ultraderechista preocupa tanto a conservadores como progresistas en Francia, dado que la estrategia del «pacto republicano» (por la cuál le hacen el vacío a la ultraderecha) podría presentar fisuras.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) – La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, afirmó hoy que su avance en la primera ronda de las municipales francesas valida su proyecto para las elecciones europeas del próximo mayo.
«La implantación local era esencial para las futuras elecciones. Más allá de que se valide la estrategia, subraya también cambios esenciales en el electorado», indicó en conferencia de prensa desde la sede de su partido en Nanterre, en las afueras de París.
Le representante del FN habló desde la satisfacción que le proporciona el haber obtenido en la primera vuelta del pasado domingo, según datos provisionales, el 4,65 % del voto total, pese a haber presentado listas solamente en 597 municipios de los más de 36.000 que hay en el país.
Le Pen subrayó que en la UE no pretende alianzas con extremistas, como el griego Amanecer Dorado griego o el húngaro Jobbik, pero sí, tal y como anunció en 2013, formar grupo parlamentario con aquellas agrupaciones, como la suya, patrióticas y euroescépticas.
«Creo que ha habido una toma de conciencia por parte de los franceses. Un verdadero rechazo a las políticas impuestas por la UE. No ha habido una Europa social. (…) Es hora de que se juzgue a Europa por sus frutos, podridos», añadió a cinco días de la segunda ronda de los comicios locales galos.
Para Le Pen, el respaldo obtenido en ese primer escrutinio es además una «señal incontestable» de la capacidad de su partido para adherir votantes a su línea elección tras elección, y se explica por un rechazo a la UMP y al PS, y porque se haya entendido que llevan a cabo «la misma política de clientelismo y laxitud en temas de seguridad».
Para la segunda vuelta, según ha confirmado, su partido fusionará sus listas con otras de derecha en dos municipios, el de Villeneuve-Saint-Georges, donde llegó en tercera posición, y en L’Hôpital, donde acabó segundo.
Pero tras estas dos excepciones, aseguró que el FN aspira a mantenerse como una fuerza «independiente», «en las antípodas» de la estrategia, en su opinión, seguida por la conservadora UMP y por los socialistas.
«No entendemos así la vida política francesa. Rechazamos las alianzas», dijo la presidenta del FN, para quien el llamado «pacto republicano», consistente en pedir el voto para el rival que vaya en cabeza en caso de que la ultraderecha pase a la segunda vuelta, «huele a naftalina».
Esa alianza «es una forma totalmente anticuada de hacer política, y los franceses han entendido que hacen ese juego con el solo objetivo de mantener sus puestos», añadió Le Pen, confiada en lograr buenos resultados en los 328 municipios en los que todavía sigue en liza de cara a la segunda ronda.
El tradicional intento de marginación del FN por parte de las grandes formaciones políticas de Francia -el Partido Socialista y la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP)- ha dado frutos en varias localidades, pero evidencia algunas fisuras. Perpiñán, municipio de 120 mil habitantes junto a la frontera española por el Mediterráneo, es uno de los ejemplos de esa estrategia que se conoce en Francia como «pacto republicano» y que sirve para excluir del poder a la extrema derecha cuando se preven pugnas triangulares en la segunda vuelta, a la que acceden los partidos con más del 10 % de los votos de cada circunscripción.
El candidato socialista, Jacques Cresta, se ha retirado de los comicios para evitar que el compañero sentimental de Marine Le Pen y vicepresidente del FN, Louis Aliot, logre la que sería una victoria mayor para su partido, que hasta ahora no controlaba ninguna alcaldía en Francia. Tercero en la pugna, con el 12 % de los votos, el socialista espera que su espantada favorezca al conservador Jean-Marc Pujol, segundo (30.57 %), en detrimento de Aliot, ganador de la primera vuelta con el 34.20 % de los sufragios.
Casos similares se dan en localidades de la costa mediterránea como Fréjus, Saint-Gilles o Aviñón, donde tradicionalmente el FN logra buenos resultados. Pero no en todas las circunscripciones en liza en segunda vuelta -6,455 municipios de los 35,591 que concurrieron a las urnas- la disciplina de partido se muestra tan férrea. Algunos conservadores apoyados inicialmente por la UMP fusionarán sus listas con el Frente Nacional.
Una vez cumplido el plazo para cerrar las listas de cara a las segunda vuelta, Le Pen anunció hoy que habrá fusión de listas entre conservadores y ultraderecha en Villeneuve-Saint-Georges, localidad de 33 mil habitantes situada a las afueras de París, y en L’Hôpital de Moselle, municipio del norte de Francia donde residen 5,500 personas.
De ahí que el entorno del presidente de la UMP, Jean-François Copé, haya advertido a sus candidatos que quienes se alíen con la ultraderecha serán excluidos de su partido. Copé aboga por una estrategia inmovilista denominada «ni ni», que pasa por no apoyar al Frente Nacional pero tampoco favorecer las candidaturas de izquierda en los municipios en la que su partido no tenga opciones de victoria y donde se disputen el poder la ultraderecha y los progresistas.
En las filas socialistas no habrá listas conjuntas con la ultraderecha, pero también hay candidatos díscolos que se niegan a retirar su candidatura para penalizar al FN aunque sus opciones de hacerse con la gestión municipal sean mínimas, como en Grenoble o Béziers, ambas en el sureste del país. El aparato del PS ha comunicado que no considera suyas esas listas.
Pero más allá de la irrupción municipal del FN, en liza en 328 municipios y con opciones de hacerse con el control de Hayange, Forbach, Brignoles, Tarascone o Baucaire, que se sumarían a su consolidada victoria en Hénin-Beaumont, feudo del partido en plena cuenca minera norte, hoy se conoció el dato oficial de participación.
La abstención el domingo pasado fue del 36.45 %, superior al 33.46 % registrado en la primera vuelta de las municipales de 2008, y algunos expertos analistas hablan de «abstención selectiva» de los electores de izquierdas, que habrían decidido no votar para penalizar a los socialistas por su gestión gubernamental. Un ejemplo de la escasa participación es París, ciudad en la que no votaron el 38.6 % de los electores y donde todos los sondeos daban por ganadora en primera y en segunda vuelta a la aspirante socialista, Anne Hidalgo, francesa de origen español.
La actual «número dos» del ayuntamiento parisino finalmente fue adelantada por la aspirante conservadora y ex ministra de Nicolas Sarkozy, Nathalie Kosciusko-Morizet, por un estrecho margen (35.64 contra 34.40 %). Hidalgo anunció hoy la fusión de su lista con la de los ecologistas de EELV (que lograron más de un 10 % de apoyos en la primera vuelta frente al 8.86 % cosechado en los comicios de 2008), por lo que la socialista vuelve a ser favorita para convertirse en la primera alcaldesa de la historia de París.
Fuente: www.urgente24.com