Eduardo Romano, secretario del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, declaraba esta mañana como testigo en la justicia por la causa Ciccone, en la que su jefe está imputado del delito de «negociaciones incompatibles con la función pública».
Acompañado por un asesor de prensa del vicepresidente, el testigo ingresó poco antes de las 10 a la sede judicial de Comodoro Py 2002 y se dirigió al juzgado federal 4 que encabeza el juez que lleva la causa, Ariel Lijo.
El magistrado lo consultaría sobre dos llamadas desde su teléfono celular al piso que Boudou tiene en el barrio Puerto Madero y en el que, en ese momento, vivía Alejandro Vandenbroele, titular de la compañía «The Old Fund» que hizo tratativas para quedarse con la compañía Ciccone Calcográfica.
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