Decenas de miles de israelíes despidieron a los tres adolescentes judíos secuestrados a mediados de junio en Cisjordania. «Los asesinos veneran la muerte y nosotros, la vida», dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Decenas de miles de israelíes despidieron ayer a los tres adolescentes judíos secuestrados a mediados de junio en Cisjordania y cuyos cadáveres fueron hallados el lunes en Hebrón, mientras en medio de la indignación nacional, el gobierno evalúa vías de respuesta contra los responsables del hecho.
«Hoy es un día que enluta a la nación», dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu durante el multitudinario funeral realizado en la localidad de Modiín, donde fueron enterrados los tres jóvenes. «El abismo moral que nos separa de nuestros enemigos es profundo y amplio», señaló el premier, quien agregó que «ellos (los asesinos) veneran la muerte y nosotros, la vida. Ellos veneran la crueldad, nosotros, la piedad. Este es el secreto de nuestra fuerza, también es la base de nuestra unidad.»
Poco después, visiblemente emocionado, el presidente israelí, Simón Peres, dijo que el terrorismo «es como un boomerang, va dirigido contra nosotros, pero al final alcanza a los que lo impulsan».
El gobierno de Israel responsabiliza al Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, aunque el grupo que controla la Franja de Gaza no reivindicó el secuestro –que tuvo en vilo por semanas a Israel–, ni el crimen de los adolescentes.
Antes de ser enterrados en Modiín los funerales de Eyal Yifrach, de 19 años, y Gilad Shaer y Naftalí Frenkel, ambos de 16, se realizaron a primera hora de la tarde de forma individual en sus respectivas localidades de residencia, Talamón, Nof Ayalón y Elad.
También en cada una de esas localidades, miles y miles de israelíes colmaron los actos, en los que participaron ministros del gobierno quienes pidieron a coro que los culpables «sean castigados».
«Eyal, Gilad y Naftalí fueron secuestrados y asesinados por unos desalmados sólo por el hecho de ser judíos. Fueron asesinados a sangre fría por aquellos que enarbolan la bandera de una guerra de desgaste diaria contra nosotros», dijo el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, en alusión a Hamas (ver aparte).
En tanto, presionado por el ala derechista de su gobierno, Netanyahu, se enfrenta al espinoso dilema de encontrar una respuesta lo suficientemente contundente ante el crimen, pero sin provocar un conflicto armado de proporciones incontrolables en una región ya convulsionada. Las opciones que baraja el Gabinete de seguridad van desde acciones menores de castigo hasta una nueva ofensiva contra la Franja de Gaza, donde está el liderazgo del movimiento Hamas.
«La pregunta que analizaron los ministros no es si habrá respuesta, sino cuál será su magnitud», afirmó ayer Yoav Limor, comentarista de asuntos militares del diario Israel Hayom.
Ayer, antes de ingresar a una reunión del gabinete de seguridad –la segunda del día– para evaluar el tipo, tenor y magnitud de la respuesta a tomar, Netanyahu advirtió que su gobierno no se detendrá «hasta encontrar al último de ellos».
En medio de la congoja nacional, medios israelíes publicaron ayer la llamada de auxilio a la policía realizada poco después de ser capturado por Gilad Shaar, uno de los tres jóvenes israelíes secuestrados y asesinados. «Me secuestraron», se escucha susurrar a Shaar, de 16 años, al inicio de la grabación, lo que deja paso a algunos gritos y una voz con acento árabe que advierte: «La cabeza abajo! ¡Las manos abajo!» Y después se oye un ruido de lo que parecen disparos.
A los medios se les había prohibido hasta ahora publicar la grabación, parte de la cual todavía sigue sin poder emitirse. Los policías que recibieron la llamada pensaron al principio que se trataba de una broma, lo que retrasó el inicio de la operación de búsqueda.
Acto en Buenos Aires
Las organizaciones centrales de la comunidad judía de Argentina realizaron ayer un acto en Buenos Aires frente a la sede de la AMIA para condenar el asesinato de tres jóvenes israelíes hallados muertos el lunes en pueblo palestino en Cisjordania.
«Antes que nada es un homenaje a las víctimas, tres adolescentes, cuyo único delito fue haber nacido judíos y haber hecho dedo en la ruta», explicó el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, sobre el acto, que comenzó pasadas las 18 en Pasteur 633.
Participaron también la Organización Sionista Argentina, FACCMA, AMIA, Juma, Noam Marom, Consejo Juvenil Sionista Argentina, FEDECC, Bnai Brith, Fesera, KKL, CUJA WIZZO y el Seminario Rabínico Latinoamericano.
La primera oradora fue la embajadora de Israel en la Argentina, Doris Shavit quien dijo sentir «un dolor profundo por la identificación con las familias y con todo Israel». También destacó la condena que manifestó Mahmoud Abbas y la comunidad palestina en general sobre el crimen.
«Además de homenajearlos, no podemos dejar de condenar el terrorismo vil que asesina a jóvenes que no tienen nada que ver con la violencia. Pediremos que la comunidad internacional tome debida nota de este crimen y que no mire para otro lado», dijo Schlosser en el cierre del acto, y agregó que «Hamas y todos sus secuaces, son enemigos no del pueblo judío, son enemigos de la humanidad» y dijo, refiriéndose a la dirigencia palestina, que «quien pacta con asesinos es también un asesino».
Antes del acto, Schlosser había recordado que la dirigencia palestina «se reunió con Su Santidad (el Papa Francisco) en el Vaticano» el mes pasado y destacó que «matar a jóvenes no es la manera de buscar la paz».
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