¿Qué los impulsa? La caída libre de Cristina Fernández, la crisis económica que lleva al Gobierno a buscar culpables y que, bajo una especie de Pacto por México, la oposición busca contrarrestar. Así, las interconsultas se incrementan, aún por lo bajo y en secreto. Lo hicieron Mauricio Macri y Hugo Moyano. En tanto, Sergio Massa mantuvo mayor hermetismo. No quiso dar nombres, pero habló de firmar acuerdos.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El miércoles por la mañana Mauricio Macri y Hugo Moyano se juntaron para repasar cómo seguirá la película sobre la recolección de residuos en Capital a partir del 1° de octubre, una vez caducadas las concesiones del puñado de empresas encargadas de recoger la basura que producen los porteños.
Sobre este último punto, la sangre no llegará al río porque ya está establecido que, en cualquier caso, los trabajadores de Moyano –indemnizaciones mediante- serán reabsorbidos por las nuevas compañías que ganen las adjudicaciones. Dejaron, sí, para más adelante hablar del sistema de grúas de la Ciudad, en el cual el camionero también tiene injerencia.
Sin embargo, a este tema lo antecedió otro: político-sindical, que responde al vínculo de buena onda que establecieron Macri y Moyano.
Se trató de una comida que organizó Amadeo Genta, secretario general vitalicio de los trabajadores municipales porteños. El jefe de la CGT anti K concurrió con toda su plana mayor: el gastronómico Luis Barrionuevo, el panadero Abel Frutos y el «Momo» Venegas, de trabajadores rurales, entre otros.
Según el sitio ‘Infobae’ que informa del encuentro, no hubo filtraciones de lo que se conversó –o acordó- en ese ágape. Aunque que se junten estos actores, es un dato que ya habla por sí solo.
¿Quién difundió el encuentro «secreto»? Considerando los pros y los contras de la filtración de esta noticia, basta tener en cuenta que a Macri le alcanza para demostrar que no está contra el peronismo. En tanto, el camionero tiene más de un tema con la ciudad, como lo es, la basura.
En efecto, vienen siendo días agitados para Moyano, de apretada agenda. Primero tuvo que salir a recular públicamente con el cronograma del plan de lucha que su central había aprobado cuando se confirmó la realización del último paro general.
Muchos creerán que el camionero podría estar molesto con la incontinencia verbal de Barrionuevo, que había vaticinado un pandemónium para fin de año por culpa de una economía dominada por la inflación y la caída del salario real. Difícilmente se retracte ante Facundo Moyano: «Hay que contribuir a la paz social», dijo el joven mandamás de los peajes, buscando despegarse de las declaraciones de Barrionuevo.
La verdad es que Moyano padre carece hoy de voluntad para subirse al carro de la protesta. Es más, en un punto, le satisfizo tener que desactivar un nuevo paro o una movilización de protesta a Plaza de Mayo porque cree sinceramente que la administración de Cristina viene en caída libre por su propia impericia y no quiere hacer el gasto de una pelea que considera inútil, para que después terminen apuntándolo a él y a las organizaciones que lo siguen, como responsables de un supuesto fracaso gubernamental.
«-Cristina salió a hablar de estallidos sociales contra ella y no tuvieron otra que dar marcha atrás con nuevas medidas de fuerza, ¿no? – inquirió el Jefe de Gobierno a Moyano en medio de la reunión.
–No pasa nada –respondió el camionero-, este Gobierno se va a caer solo, como una pera madura.»
Lo que no lo afecta nada es que hayan salido a la superficie sus contactos no tan secretos con las primeras espadas de la CGT oficial; con quienes coincide en calificar la actualidad socioeconómica del país con un aplazo, por más que ahora no se pueda. También hay coincidencia -al menos de la boca para afuera- en buscar caminos para la unidad del sindicalismo peronista, el año que viene.
Otro que participó de encuentros «secretos» y que, en efecto, mantuvo cierto hermetismo fue Sergio Massa, el candidato del Frente Renovador.
Según manifestó ante el periodista Nelson Castro, se reunió con otro presidenciable de quien no quiso dar nombre, y con quien habría hablado de una iniciativa estilo el Pacto por México. Sería una especie de acuerdo entre partidos sobre 3 o 4 leyes, sea quien fuere el ganador. Compromisos.
La motivación principal, el caos económico y la gran crisis. En otras palabras, la caída libre de Cristina Fernández de la cual nadie quiere que el Gobierno construya como culpable, manía que ha conservado exitosamente desde hace más de una década…
Fuente: www.urgente24.com