Al mismo tiempo que la aviación británica lanzó hoy sus primeros dos bombardeos contra posiciones del Estado Islámico (EI) en el norte de Irak, desde el terreno las fuerzas kurdas iraquíes abrieron tres nuevos frentes de batalla para recuperar el control de esa región, controlada parcialmente por los yihadistas desde hace cuatro meses.
En tanto, en Londres, la esposa de Alan Henning, uno de los rehenes británicos en manos de los extremistas del EI, instó a la milicia a que muestre «clemencia». «Pido al Estado Islámico que por favor le liberen, le necesitamos de vuelta en casa», rogó Barbara Henning en un mensaje televisado que divulgaron diversas cadenas británicas y citó la agencia de noticias EFE.
Su esposo, un taxista de 47 años de Salford (noreste de Inglaterra), fue capturado el pasado diciembre cuando prestaba ayuda humanitaria en Siria.
EL EI ya ejecutó frente a una cámara a dos periodistas estadounidenses y a un ex militar británico que trabajaba para una organización humanitaria en Siria. Tanto Reino Unido como Estados Unidos se niegan a negociar con organizaciones que consideran «terroristas» y consideran a cualquier pago de rescate como un delito.
La desesperación de Barbara Henning además se explica porque la tensión entre Londres y Washington y el EI escaló dramáticamente en las últimas semanas con la multiplicación de los bombardeos aéreos de las potencias contra sus posiciones en el norte y el oeste de Irak.
Cuatro días después de conseguir el apoyo legal del Parlamento en Londres, la aviación británica lanzó hoy sus primeros ataques contra territorio iraquí, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
De esta manera, Londres se sumó formalmente a la campaña de ataques aéreos que mantiene Estados Unidos hace más de un mes y medio.
Los dos «ataques de precisión» de los aviones británicos se llevaron a cabo «con éxito, según la evaluación inicial», y los dos aviones regresaron sin problemas a la base de Akrotiri, en Chipre, informó el ministro de Defensa, Michael Fallon, quien explicó que los dos objetivos fueron un vehículo y una posición armada de la milicia islamista.
Ambos cazas británicos realizaban una nueva «misión de reconocimiento armada» cuando las fuerzas de la región autónoma del Kurdistán iraquí pidieron su ayuda para repeler un ataque de milicianos del EI en el noroeste de Irak, señaló el ministro.
Las fuerzas kurdas pelean en el terreno, junto con las milicias recientemente creadas y bautizadas como Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, para recuperar parte del norte de Irak tomado por los islamistas.
Uno de los tres frentes de batalla que abrieron hoy fue en la zona de Rabia, a unos 500 kilómetros al noroeste de Bagdad. Según informó el vocero de las fuerzas kurdas a EFE, lograron recuperar varias aldeas.
La localidad de Rabia se encuentra en la provincia septentrional de Nínive, cerca del puesto fronterizo bautizado con el mismo nombre entre Siria y Irak, a 114 kilómetros al noroeste de Mosul, la capital de la región, segunda ciudad del país y el centro de operaciones de los islamistas del EI desde hace cuatro meses.
Asimismo, las fuerzas kurdas abrieron un segundo frente para intentar recuperar el control de Zamar, una pequeña ciudad ubicada en Nínive y situada a 75 kilómetros al noroeste de Mosul.
Por último, las fuerzas kurdas iraquíes lanzaron un ataque para recuperar el municipio de Daquq, en la provincia de Kirkuk, a 56 kilómetros al sur de la ciudad homónima y capital de esa provincia petrolera.
Daquq está ubicada en la ruta que une Bagdad con Kirkuk, a unos 230 kilómetros al norte de la capital iraquí, y está habitada por una mayoría de ciudadanos de la etnia turcomana.
Por el momento, las tropas kurdas consiguieron expulsar a los yihadistas de tres aldeas dependientes de Daquq -Al Wahda, Al Saad y Al Jaled- y provocaron daños materiales y bajas en las filas del EI.
Hikmet, el vocero de los peshmerga, como se conoce a las fuerzas kurdas, explicó que la ambiciosa ofensiva causó bajas entre los islamistas en los tres frentes, aunque aclaró que por el momento no tienen una cifra exacta de muertos.
Desde que el avance del EI sobre Mosul y gran parte del norte de Irak tomó por sorpresa a Bagdad y a sus aliados internacionales, los peshmergas demostraron ser la fuerza armada local más efectiva para combatir a los extremistas.
Por eso, estos grupos actualmente representan una parte esencial de la estrategia de Estados Unidos y su coalición internacional, que los apoya con bombardeos aéreos y el envío masivo de armas.
En medio de esta guerra interna en el norte y el oeste del país, los atentados siguen azotando otras regiones, especialmente la capital.
Hoy una serie de atentados y coches bombas explotaron en barrios y regiones de mayoría chiita y mataron a 47 personas, entre ellas 20 en Bagdad. Ningún grupo armado se adjudicó la responsabilidad de los ataques.
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