El director del Centro para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC), Thomas Frieden, aseguró que “será una guerra larga; en los 30 años que trabajo en el sector de la salud pública, la única cosa comparable fue el sida».
La multiplicación de brotes aislados por la epidemia de Ébola mantiene en alerta al mundo entero. “Es el mayor reto sanitario desde la irrupción del sida en los años 80″, aseguró el director del Centro para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC), Thomas Frieden.
“Será una guerra larga; en los 30 años que trabajo en el sector de la salud pública, la única cosa comparable fue el sida», dijo Frieden en una reunión organizada por el Banco Mundial en Washington.
«Ahora tenemos que trabajar para que el Ébola no se convierta en el próximo sida», advirtió el titular del CDC tras la muerte del paciente liberiano que se contagió en su país de origen y desarrolló los síntomas durante su estancia en Texas, en Estados Unidos.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Gustavo Lopardo, aseguró que ésta “no es la comparación más feliz”.
“La comparación con el sida no me parece buena. Es una enfermedad que se transmite de una manera distinta. El sida es una infección crónica porque la persona que lo tiene lo tiene para toda la vida, con lo cual lo puede transmitir durante mucho tiempo”, dijo en diálogo con Reynaldo Sietecase en radio Vorterix.
Además, explicó que el ébola una enfermedad infecciosa producida por un virus del cual no se tiene mucha información, ya que los primeros casos datan apenas de 1976.
“Si bien 40 años es bastante, esta enfermedad se caracterizó hasta ahora por dar unos cuadros aislados, brotes en África de 100 personas, 200. Y que se autolimitaban. Esto quiere decir que dejaron de haber nuevos casos, la mitad de las personas se morían y no había más casos. Por algún motivo, algo cambió, en 2014 ya tenemos miles de infectados y miles de muertes”, detalló.
En cuanto al motivo de ésta expansión actual, explicó: “Las personas cuando más transmiten, cuando están enfermas después de muertos. La persona muere pero el virus sigue estando. Los ritos que hacen funerales, en estos países debe haber tenido mucho que ver con que el contacto con los cadáveres haya hecho que muchas personas contraigan la infección”.
Sin embargo, explicó que no es un virus extremadamente transmisible: “No se transmite por el aire como la gripe, el sarampión, la varicela. Hay que estar en contacto estrecho con fluidos corporales de una persona, como la sangre, el semen, la orina, el moco, la materia fecal, y no en piel sana, mi mano, que esta libre, probablemente no entraría. Tiene que ser la mucosa, la nariz, la boca, los genitales o la piel lastimada. Es poco transmisible, lo que pasa es que tiene alta mortalidad”.
También resaltó que una característica importante de la enfermedad, es que no se transmite mientras se está incubando. “Recién una persona puede transmitir cuando tiene síntomas. Eso es bueno, porque cuando no está incubando una enfermedad no sabe que la tiene”.
Al ser consultado por los cuidados que hay que tener con las personas que viajan. “Hay que vigilar. Pensar cuando alguien podría ser un caso sospechoso, pensemos desde el punto de vista práctico en nuestro país”.
Y describió cuáles son los casos que merecen atención: “Alguien que tiene fiebre pero que además haya estado en contacto con alguien que tuvo ébola o venga de un país con circulación de ébola, que por el momento son cuatro países africanos, porque en el resto de los países son casos aislados, en los 21 días previos. Porque esa es la máxima incubación. Si alguien estuvo en Liberia hace más de 21 días, ya no tiene riesgo, porque la máxima incubación conocida son tres semanas”.
“Tampoco quiero dar un mensaje de un optimismo patológico. Esto es de gran importancia pero me parece que entrar en pánico pensando que el mundo va a sucumbir ante una pandemia de ébola es exagerarlo un poco. El camino es la prevención, no es entrar en pánico”, concluyó Lopardo.
Fuente: www.infonews.com