En medio de gran incertidumbre habían salido con destino a Sopron, en la frontera con Austria. Pero el tren se detuvo en la ciudad de Bicske poco después de salir y la policía los obligó a bajar y subirse a micros que los trasladaron a los centros de refugiados.
Los inmigrantes que emocionados y desesperados se subieron esta mañana a un tren que supuestamente los iba a llevar desde Keleti, la principal estación de Budapest, hacia Sopron, en el noreste de Hungría, junto a la frontera con Austria, fueron engañados y a poco de haber iniciado el viaje la formación se detuvo en la ciudad de Bicske. Policiás antimotines rodearon el tren y los obligaron a bajarse para trasladarlos a un campo de refugiados.
(Foto: AP)
Los inmigrantes empezaron a corear «¡Campamento no!» en árabe. Algunos trataron de huir a pie. Una familia se sentó junto a las vías y suplicó ayuda a los periodistas. Cuando la policía dijo a los periodistas que se alejaran, el hombre desesperado arrojó a su esposa y bebé sobre las vías y se tendió junto a ellos, gritando «¡De aquí no nos movemos!». La policía los rodeó y detuvo al hombre y alejaron a la mujer y el niño de las vías. Otros migrantes enfrentaron a la policía y subieron por la fuerza al tren, bajo un sol abrasador. «No necesitamos comida ni agua. Déjennos ir a Alemania», rogó un hombre.
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Esta mañana, cuando el tren comenzó a llenarse de refugiados desesperados cuyo objetivo era llegar hasta la frontera con Austria para ingresar allí y luego seguir camino a Alemania, muchos decidieron quedarse abajo porque desconfiaban. En medio de una gran incertidumbre y falta total de información oficial, los refugiados discutieron intensamente qué opción les sería más favorable, ya quemuchos de ellostemían que si se subían a los trenes les tomaran las huellas dactilares y los internaran en centros de acogida situados lejos de la capital, con lo que luego se les haría más difícil volver a Budapest para partir hacia occidente.
«No me he subido al tren porque quiero ver primero lo que pasa con los que van a Sopron», dijo a Efe el paquistaní Samir.
Fue por la desconfianza de que los trasladaran a campos de refugiados y de allí no los dejaran moverse que una parte de ellos se bajó en el último momento del tren. Estimaron que no lograrían su objetivo con este convoy regional y prefirieron esperar a un conexión con un país occidental. Mientras, de Budapest no salen ni entran trenes internacionales. Aparentemente, se están organizando otros trenes regionales hacia diversos puntos del país.
«Hay mucha gente y no sabemos adónde va el tren, hemos venido porque los otros corrían», declaró Asif junto a su esposa y un niño. Todos los refugiados parecen tener sólo un destino: Alemania, y entre las preferencias las ciudades más citadas son Hamburgo, Múnich, Colonia o Fráncfort.
«Vamos a quedarnos en el andén hasta que llegue un tren para Alemania», expresó Alí, un joven de 18 años de Afganistán que viaja con un hermano mayor y otra hermana menor de edad.
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La policía húngara se había retirado esta mañana de la estación Keleti y decenas de refugiados que habían pasado la noche en los alrededores de la estación y aguardaban a las puertas entraron a la carrera en la terminal.
En los primeros momentos las carreras y los empujones por entrar en los abarrotados vagones de un tren con destino a la ciudad de Sopron generaron tensión y un grupo de afganos comenzó a pelearse dentro de un compartimento a correazos.
Los primeros en llegar fueron los más jóvenes de entre el más de un millar de refugiados que malviven acampados en los aledaños de la estación, durmiendo al raso o en tiendas de campaña.
Algunas familias subieron a los vagones, pero otras con bebés y niños de corta edad decidieron esperar y ver cuál era la situaciónantes de meterse en los vagones.
«Amigo, este tren va a Alemania, ¿verdad?», preguntaban numerosos refugiados sobre el destino del tren al que subían, ya que la inmensa mayoría desconocía hacia dónde partía.
(Foto: AFP)
Más adelante la megafonía de la terminal anunciaba que quedaban cancelados todos los trenes internacionales por «razones de seguridad». Posteriormente, los agentes del orden volvieron a lugar, cerraron las puertas del tren a Sopron y vigilaron que no entrara nadie más para permitir la salida del convoy.
Fuente: Efe y Afp – Fuente: Clarin