La empresa violó una patente de la universidad de Wisconsin vinculada con el procesador A7 y su tecnología para mejorar la eficacia y el rendimiento de chips
En su denuncia, presentada a principios de 2014, la universidad aclara que esas tecnologías estaban integradas «de manera no autorizada» al procesador A7 del iPhone 5S, iPad Air y iPad Mini con pantalla Retina, a la venta desde el año anterior.
Apple intentó demostrar que la patente en cuestión era inválida, pero el jurado rechazó su argumento.
La patente, de 1998, también comprende el funcionamiento de los procesadores A8 y A8X.
El proceso judicial continuará ahora para intentar determinar los daños sufridos por la casa de estudios y, por lo tanto, la indemnización que Apple deberá pagar. La demanda era por USD 860 millones.
Según la agencia de noticias Reuters, el juez instructor de la causa, William Conley, sugirió que la cifra podría ser aún mayor si se determina que Apple infringió de manera deliberada la patente.
Fuente: Infobae