Es por la tragedia que terminó con la vida de varios pasajeros, entre ellos una turista argentina
Mientras se realizan los trámites de repatriación del cuerpo de Carla Vallejos Blanco, uno de los cinco pasajeros muertos el domingo a la noche en el accidente del helicóptero en Nueva York, las autoridades a cargo de la investigación descreen de la versión brindada por el piloto, Richard Vence, el único sobreviviente.
Ayer, el cónsul argentino en Nueva York, Mateo Estremé, estimó que los restos de la joven que había elegido por tercera vez esa ciudad para disfrutar de unos días de vacaciones llegarían al país antes del fin de semana, aunque admitió que todo dependerá «de que las autoridades locales den el visto bueno para el traslado».
La joven, de 28 años, licenciada en publicidad, era oriunda de Corrientes, donde será sepultada. Había viajado de vacaciones y contratado el tour fotográfico de la empresa Liberty para efectuar un vuelo y captar imágenes del atardecer de Manhattan.
Por motivos que todavía se investigan, la nave cayó al East River y Vallejos Blanco y otros dos pasajeros quedaron atrapados por los arneses. Otras dos personas murieron en un hospital, tras ser socorridas, y el piloto de la nave sobrevivió.
El diplomático argentino, además, confirmó que desde el consulado se asiste a Guadalupe, la amiga de Carla con quien estaba de vacaciones en Manhattan. «Está sola, quiso quedarse acá, en el departamento que alquilaban juntas, y si bien está en estado de shock y en una situación muy complicada, estamos asistiéndola y conteniéndola como consulado y como compatriotas», sostuvo Estremé.
Poco después del accidente, el piloto del helicóptero declaró ante las autoridades policiales que aparentemente la caída de la nave se había debido a que una valija de uno de los turistas había tocado la perilla que corta la transmisión de combustible al motor en caso de emergencia.
Según la prensa local, los investigadores dudan de la versión dada por Vence y aguardarán los peritajes sobre el helicóptero que ayer fue rescatado del East River.
También se investigan las razones por las cuales no se pudieron soltar los arneses que se usan, ya que el helicóptero mantiene sus puertas abiertas durante los vuelos para que los pasajeros puedan moverse con cierta facilidad para tomar imágenes de la ciudad.
Aparentemente, el piloto pudo cortar con una navaja el arnés que tenía puesto, lo que le permitió salir de la aeronave sin lesiones.
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