El presidente diferenció a su Gobierno del anterior: “somos distintos a ellos”, dijo, endilgándoles abandonar a las víctimas del delito. “Gracias a Dios no nos parecemos en nada”, replicó más tarde Alberto Fernández, en uno de los cruces que habilitó el tema.
En el bloque dedicado a la seguridad, previsiblemente el presidente Mauricio Macri la emprendió contra el kirchnerismo. Lo planteó de entrada, al advertir que “nosotros somos distintos a ellos; ellos abandonan a las víctimas del delito, alientan a las barras, menosprecian a las fuerzas de seguridad”. Y en esa misma dirección aseguró que cuando Alberto Fernández fue jefe de Gabinete se importaban 20 mil kilos de efedrina por año, cuando en la actualidad se importan solo 20 kilos. Eso nos llevó, dijo Macri, a ser un “productor del narcotráfico internacional”, y afirmó que hoy “dejamos de serlo”.
“Así son ellos, no van a cambiar”, insistió el candidato de Juntos por el Cambio, que sostuvo que “nosotros estamos con las víctimas del delito”. Planteó que su gobierno busca imponer un Código Penal “moderno”, que “aumente las penas especialmente para narcotraficantes”.
Luego recordó la condena por parte de su gobierno contra Hezbollah, y le sirvió también para tomar distancia del kirchnerismo, que “quiso encubrir a los responsables del atentado a la AMIA”.
Y para finalizar en esa primera parte del debate, reivindicó las estadísticas que “muestran que bajamos el 30% los homicidios, y desaparecieron prácticamente los secuestros”.
Alberto Fernández había hablado antes. Se presentó el único abogado de entre los candidatos, y advirtió “no esperen que dé soluciones fáciles al problema de la seguridad”. Según él, “nadie está atendiendo” la causa de la inseguridad, y a su juicio “es más fácil pegarle a lo que la inseguridad genera, es más fácil hablar de mano dura, penas más fuertes”, pero sostuvo que “las sociedades más igualitarias son las que menos delitos tienen”.
En ese sentido habló de padres que se quedaron sin trabajo y controles sociales que “se fueron deteriorando”, por lo que “vamos a reconstruirlo y generar más igualdad”.
Aclaró que “al que delinque hay que castigarlo” y planteó la necesidad de constituir un Consejo de Seguridad para que el problema de la seguridad vuelva a ser una política de Estado. “Ocupémonos de hacer una política criminal que ponga límite al delito sin facilismo, con seriedad”.
Al inicio del debate, Nicolás del Caño atacó la “doctrina Chocobar” y responsabilizó al Gobierno de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Habló de la necesidad de crear más escuelas, más empleo y resolver “los problemas de fondo”. Pero planteó además hablar “del gran delito”, refiriéndose al entramado de la trata de personas y el narcotráfico. “Proponemos una comisión de investigación independiente, conformada por víctimas de la violencia institucional para investigar este entramado mafioso”, sugirió.
“Ni gatillo fácil, ni mano dura, pero tampoco la mano flácida, fofa, para defender a nuestras familias”, planteó a su turno Roberto Lavagna, en tanto que José Luis Espert le apuntó al kirchnerismo al recordar el garantismo del exintegrante de la Corte Eugenio Zaffaroni, cercano a ese sector. “Nosotros estamos del lado de las víctimas, le vamos a dar el respaldo a las fuerzas de seguridad”, aseguró, para plantear luego “desterrar el concepto del garantismo en la justicia”.
Planteó bajar la edad de imputabilidad a 14 años: “Delito de adulto, pena de adulto”, cosa que más tarde rechazó Nicolás del Caño.
Juan José Gómez Centurión consideró que con el kirchnerismo “se liberaron las fronteras”, pero relativizó el éxito de este Gobierno con el narcotráfico, hablando de “marketing político” en la materia.
“Vamos a organizar una agencia de lucha contra el crimen organizado”, anticipó.
Espert luego la emprendió contra los piqueteros, advirtiendo que “piquetero que corta la calle, termina preso. Cuidado Grabois contigo”, deslizó.
“Gracias a Dios no nos parecemos en nada”, le replicaría más tarde Alberto Fernández a Mauricio Macri, para asegurar que el consumo de droga y marihuana ha aumentado. “Menos marketing y más ideales”, planteó.
Macri insistió luego en que “estamos batiendo récord de incautación de droga: porque apoyamos a nuestras fuerzas de seguridad y damos batalla sin cuartel al narcotráfico”.
Del Caño propuso más tarde la “la legalización integral de la marihuana para terminar con la persecución de los pibes y pibas”.
“Me parece que tenemos que ser serios, presidente, el presupuesto de seguridad cayó 14%: me preocupa su optimismo: 3262 asesinadas el año pasado, le expresó más tarde Alberto Fernández, a lo que Macri reivindicó más tarde que “tenemos estadísticas que dicen la verdad. Reducimos 30% los homicidios”, insistió.
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