Así lo dijo Adolfo Miguel Donda al declarar como imputado ante el Tribunal Oral Federal N°5 en Buenos aires, lugar en donde se lo juzga delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada), y en la que estaba presente Cecilia Pando, familiar de militares. La situación ahora quedará bajo la lupa de los jueces.
El represor Adolfo Miguel Donda acusó hoy a la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, a quien llamó «comandante Teresa», de presionar a los testigos de juicios por delitos de lesa humanidad, y a su vez responsabilizó a algunos «canallas por haberlos usado como chivos expiatorios» en la represión ilegal.
Así lo dijo al declarar como imputado ante el Tribunal Oral Federal N°5 (TOF5), el cual juzga delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada),
y en la que estaba presente Cecilia Pando, familiar de militares. Donda, el tío de la diputada Victoria Donda -quien fue apropiada durante la última dictadura- habló de 2.500 superiores
de él «que se retiraron con sus valores democráticos y dejaron a este grupo como chivo expiatorio, como pato de la boda o como quieran llamarlo».
En su relato, criticó al Procurador General de la Nación, Eduardo Righi, de quien dijo que fue un «terrorista de guante blanco» y que ahora «inclina la cancha con medidas arbitrarias». «También funcionan fiscalías paralelas que están dirigidas por otro terrorista de guante blanco, el secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde», añadió. Según dijo, desde el Ministerio de Seguridad se manejan fichas con todos los testigos que declaran en juicios por delitos de lesa humanidad: «no se puede prosperar con estos testigos, son coercionados y tienen temor», sostuvo.
Donda aseguró que desde Defensa se manejan «datos personales, confidenciales» de los testigos, y dijo que la Justicia «retroactiva no funciona». «Hay muchos camaradas que vivieron esa época que saben que esto es una ilegalidad», señaló.
Fuente: mdzol.com