Preocupados por las irregularidades que se detectaron en las primarias, cinco diputados de distintas fracciones de la oposición se reunieron ayer y pidieron una audiencia al juez bonaerense con competencia electoral, Manuel Blanco
Tras la reunión de una hora que mantuvieron en el Congreso, los diputados Ricardo Gil Lavedra (UCR), Federico Pinedo (PRO), Patricia Bullrich (Coalición Cívica), Graciela Camaño y Gustavo Ferrari (ambos del Peronismo Federal) no descartaron iniciar una demanda penal a los presidentes de mesa que trabajaron en las primarias y que cargaron mal los datos en los telegramas que se utilizaron para el escrutinio provisorio.
En la Casa Rosada desestiman las denuncias de la oposición sobre importantes irregularidades y posibles maniobras fraudulentas en las elecciones primarias. Sin embargo, según pudo saber este diario, el Gobierno apura algunas modificaciones en la transmisión de los datos para reducir las fallas el 23 de octubre.
«No podemos aceptar el fraude callados porque nos estamos acostumbrando a que roben el voto a la gente. Está claro que en muchos casos se falsificaron documentos públicos. No podemos hablar de errores. Han volcado datos falsos para beneficiar al Frente para la Victoria», advirtió Pinedo luego de las deliberaciones con sus colegas.
Ferrari, mano derecha del candidato a gobernador Francisco de Narváez, apuntó que hay que poner en tela de juicio «el rol de los presidentes de mesa» y avanzar sobre «el control judicial». El diputado contó que van a pedir al juez Blanco que «se hagan todos los procedimientos necesarios para mejorar la elección de octubre, habida cuenta de la enorme cantidad de fraude que ha habido en algunos distritos». Insistió: «No estamos llorando sobre la leche derramada; estamos pensando en octubre».
En la oposición nadie pone en duda el triunfo del kirchnerismo a nivel nacional y bonaerense, pero sí sospechan que la diferencia fue menor y confían en que la cuestión se aclare en las elecciones de octubre.
Para eso, razonan, necesitan tener «garantías» de que no habrá fraude.
«Hay como dos grandes líneas -sostuvo Bullrich- de las maniobras fraudulentas. Una es el robo de boletas: la gente llega al cuarto oscuro y no se encuentra con el candidato que quiere votar. La otra es sistemática: los presidentes cargan mal los datos y su compromiso con el escrutinio parece por lo menos estar en duda». Como el resto de sus pares, la diputada de la Coalición Cívica dijo que «si los presidentes fraguaron documentos públicos iremos a fondo».
Con la audiencia confirmada para mañana, desde la Justicia Electoral de la provincia deslizaron que no aceptarían los reclamos de fuerzas opositoras de reabrir urnas para contar otra vez los votos emitidos el 14 de agosto. En el despacho del juez Manuel Blanco explicaron que «no habría tiempo para hacer lugar a un reclamo de esas características».
No obstante, hasta anoche, no había pedidos formales de los apoderados de los partidos de la oposición para revisar el contenido de las cajas con votos pero sí especulaciones en ese sentido, que crecieron tras la reunión de los diputados. El magistrado está evaluando cada caso para determinar cómo se resuelven las impugnaciones y los reclamos.
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