Miles de partidarios y detractores del nuevo poder en Ucrania organizaron protestas en Simferópol, la capital de la República Autónoma de Crimea, perteneciente a Ucrania. Este martes 25/02, el presidente interino del país, Aleksándr Turchínov, habló de «signos preocupantes de separatismo» en algunas regiones del país, sin citar ninguna. El Parlamento de esta región autónoma tiene previsto decidir en la tarde del miércoles 26/02 si reconoce a las nuevas autoridades interinas de Kiev, nombradas por la Rada (Asamblea Nacional) tras la huída de Viktor Yanukóvich.
Las tensiones bilaterales entre Ucrania y Rusia, surgidas tras la destitución del presidente Víktor Yanúkovich, se han agudizado este miércoles 26/02 por la situación en la península de Crimea, situada al sureste del país, de mayoría rusohablante y base principal de la flota rusa del Mar Negro.
El Parlamento de esta región autónoma tiene previsto decidir en la tarde del miércoles 26/02 si reconoce a las nuevas autoridades interinas de Kiev, nombradas por la Rada (Asamblea Nacional) tras la huída de Viktor Yanukóvich.
Separatistas prorrusos y partidarios de las nuevas autoridades en Ucrania se han congregado frente al Parlamento de la región de Crimea antes de un debate sobre las protestas en el país que llevaron a la destitución del presidente Viktor Yanukovich. Unas 2.000 personas, en su mayoría de la etnia tártara natural de esta península del Mar Negro, se han concentrado en la sede del Parlamento para dar su apoyo al movimiento Euro-Maidan que derrocó a Yanukovich tras 3 meses de protestas en Kiev.
Frente a ellos se han congregado varios cientos de manifestantes prorrusos que han expresado su lealtad a Moscú y han criticado a los «bandidos» que han tomado el poder en la capital. Según la agencia Interfax de Ucrania, los prorrusos eran entre 600 y 700 personas mientras que los partidarios de las nuevas autoridades ucranianas ascenderían a entre 4.000 y 5.000 personas.
Crimea fue regalado a Ucrania en 1954, en la era soviética, por el líder soviético Nikita Khrushchev. Con una parte de la flota rusa del Mar Negro con base en el puerto de Sebastopol, sigue siendo la única región de Ucrania en la que los rusos son mayoría. Las nuevas autoridades en Ucrania han expresado su temor por los signos separatistas en Crimea. Además, Crimea fue el último lugar dónde el depuesto Presidente de Ucrania fue visto por última vez.
Los prorrusos, algunos de ellos cosacos, han gritado «Crimea es rusa».
A las puertas del Parlamento regional se han concentrado decenas de miles de personas, a favor y en contra del nuevo gobierno ucraniano. En la cámara son mayoría los diputados prorrusos, pero la minoría tártara se opone a que la región se separe de Ucrania.
Este martes 25/02, el presidente interino del país, Aleksándr Turchínov, habló de «signos preocupantes de separatismo» en algunas regiones del país, sin citar ninguna.
Cerca de 10.000 personas se reunieron ante el Consejo Supremo, órgano legislativo de la república. En vísperas de los debates parlamentarios sobre el estatus de Crimea, parte de los manifestantes exigen reconocer el nuevo poder en Ucrania, mientras que otros reclaman la independencia de la república. Los independentistas piden restituir la Constitución de Crimea en su edición del año 1992, cuando la república tenía su propio presidente y una política internacional independiente. También exigen un referendo sobre el futuro estatus de la región.
«Rusia, Rusia», gritan los detractores del nuevo poder ucraniano que apoyan los lazos con Rusia. «No somos Rusia», gritan otros, que demandan independencia.
Los manifestantes intentaron romper el cordón policial para acceder al edificio del Consejo.
Habitantes de Sebastopol se han dirigido a Simferópol en más de 10 autobuses para apoyar a los que piden la independencia de Kiev. «En Kiev no hay ningún poder», dice uno de los pasajeros de los autobuses. «No podemos esperar nada bueno. Necesitamos conseguir una vida mejor para nuestros hijos.» Muchos se han desplazado a Simferópol también en sus coches privados.
Mientras tanto, al otro lado de la frontera el presidente ruso, Vladímir Putin, ha movido ficha y ha puesto en alerta a las tropas del oeste y centro del país.
«De acuerdo a una disposición del presidente de Rusia a las 14.00 horas de hoy han sido puestas en alerta las tropas de la circunscripción militar Poniente», ha declarado el ministro de Defensa, Serguei Shoigú, en una reunión de la plana mayor del Ministerio, según la agencia Interfax.
También están en alerta el 2º Ejército de la circunscripción militar Centro y los mandos de la Fuerza Área, las Fuerzas Aerotransportadas, la Aviación Estratégica y la de Transporte.
«El comandante supremo (Putin) ha planteado la misión de comprobar la disposición combativa de las tropas en acciones para resolver situaciones de crisis que representan una amenaza para la seguridad del país», ha precisado Shoigú.
El ministro ha explicado que dicha verificación se llevará a cabo en dos etapas: la primera de despliegue, hasta este jueves, y la segunda, que incluye ejercicios militares en tierra y aire, hasta el 3 de marzo.
El ministro de Defensa ha adelantado que todas las unidades que participan en los ejercicios volverán a sus lugares de emplazamiento permanente antes del 7 de marzo próximo.
Los últimos ejercicios militares imprevistos de gran envergadura en Rusia tuvieron lugar en julio de 2013 y fueron los mayores realizados en el país desde la desaparición de la Unión Soviética.
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