Manuel Garrido insistió que detrás del juicio al fiscal hay «una represalia por haber actuado de manera proactiva en un tema contra el Gobierno» y significa un «mensaje» a los otros fiscales.
El diputado nacional Manuel Garrido (UCR-CABA) denunció que la mayoría del tribunal que juzga al fiscal suspendido José María Campagnoli «tiene afinidades con el Gobierno» nacional y aseguró que con el proceso para desplazarlo se busca «darles un mensaje a otros fiscales» para que no se atrevan a afectar intereses del poder.
El exjefe de la Oficina Anticorrupción declaró la semana pasada como testigo -convocado por la defensa del funcionario público que podría ser destituido- y fue sometido a una rueda de preguntas frente al mismo jurado al que acusa de parcialidad por razones políticas.
Luego de observar cómo se desarrolla el proceso judicial, Garrido consideró que allí tratan de «encontrar errores» para justificar una causa que se lleva adelante con «motivos indefendibles».
Recordemos que Campagnoli es juzgado por sus pares por haber investigado en el marco de una jurisdicción que no le correspondía al empresario Lázaro Baez por presunto lavado de dinero.
Para Garrido, es «inexplicable» que se lleve adelante un jury contra Campagnoli: la única razón que encuentra es la influencia de intereses ajenos a la Justicia.
«Está claro que detrás de este juicio hay otra cosa, es una represalia por haber actuado de manera proactiva en un tema contra el Gobierno», analizó el legislador nacional en una entrevista con la radio FM Latina.
Al respecto, Garrido apuntó que el juicio político al fiscal es «un mensaje» que le dan a otros funcionarios públicos para que «miren hacia otro lado» al momento de investigar temas que pueden afectar los intereses del poder de turno.
«Hay una cuestión de persecución ideológica contra Campagnoli, eso es inapropiado», sostuvo el diputado, que señaló como responsable de esto a la procuradora, Alejandra Gils Carbó, que impulsó el proceso judicial.
www.parlamentario.com