La estrategia de Francisco De Narváez de acercarse al jefe de Gobierno porteño tiene un condicionante. Si Macri incurre en una alianza con Duhalde el ex dueño de Casa Tía irá a octubre con una boleta corta y sin candidato a presidente. El fracaso de un acuerdo con Scioli para caminar juntos hacia octubre.
Encaminado en una nueva estrategia de campaña, Francisco de Narváez busca ahora un acercamiento con Mauricio Macri. Sin embargo, en el camino a esa nueva alianza ya existen algunos condicionamientos: El empresario estaría dispuesto a llevar una boleta corta en caso que el jefe de Gobierno porteño decida avanzar en una alianza con el ex presidente Eduardo Duhalde.
De Narváez tomó la decisión de impulsar un acercamiento a Macri luego que fracasara una posible fórmula entre el diputado nacional y el gobernador Daniel Scioli. Esa estrategia contemplaba que el actual gobernador de Buenos Aires sería el candidato a presidente y el empresario sería el candidato a gobernador.
Durante tres meses, De Narváez se contuvo de criticar a Scioli y sólo mostró diferencias en un tema: la inseguridad. En el resto de los temas, el empresario se llamó a silencio en la espera de lograr avances que permitan contar con un candidato sólido que encabece la fórmula para las presidenciales de octubre.
Sin embargo, hace pocas semanas la posibilidad de esa alianza quedó trunca cuando De Narváez entendió que Scioli se iba a mantener dentro del kirchnerismo.
“Ahora, la estrategia es acercarnos a Macri y cruzar con dureza a Scioli”, dijeron a LPO fuentes denarvaístas.
Sin embargo, las mismas fuentes también confiesan que el diputado no se desespera por un acuerdo con el alcalde porteño y la idea es avanzar en una alianza concreta que le permita contar con un candidato a presidente.
Hay un punto que De Narváez no esta dispuesto a ceder: “Antes de ir con Duhalde, Francisco irá con una boleta corta, sin candidato a presidente”, aseguran.
El malestar con Duhalde no es nuevo. Varias veces dijo a su grupo más íntimo en el bunker de Las Cañitas que el ex presidente era su límite.
Incluso, en varias reuniones políticas del peronismo disidente organizadas por el empresario jamás participó el mandamás de Lomas.
Quizás la más importante haya sido la que el ex dueño de Casa Tía organizó a comienzos de septiembre en su casa de Barrio Parque. Allí invitó a Felipe Solá, Mario Das Neves y Alberto Rodríguez Saá, tres de los cuatro precandidatos a presidente del Peronismo Federal. Duhalde no fue invitado.
Incluso, De Narváez realizó varias recorridas junto a Das Neves en Lomas de Zamora. Fue una especie de desafío al ex presidente en su pago chico.
Pero la relación con Macri tampoco fue la mejor. Luego del triunfo de Unión-PRO en las elecciones legislativas de 2009 ambos fueron por caminos separados. Incluso, el empresario trasmitió a su armado más íntimo distanciarse del macrismo e incluso salió a cruzarlo varias veces. Claro que por entonces el empresario suponía que varios intendentes peronistas iban a abandonar el kirchnerismo para buscar reparo en su figura triunfadora. Eso nunca ocurrió y no hubo un solo intendente que se alejara del kirchnerismo.
Hoy en la Legislatura respiran tranquilos ante este posible acercamiento con el jefe de Gobierno. El bloque Unión-PRO buscó evitar los coletazos del fuego cruzado entre Macri y De Narváez.
Desde ese sector aseguran que nunca estuvieron al borde de romper la bancada. “El momento más tenso fue cuanto De Narváez calificó a Macri de bipolar y derechoso”, aseguran a LPO desde el macrismo.
Fuente: lapoliticaonline.com
