Sería un gesto oficial para “curarse en salud” y evitar presiones de la oposición para sumar más integrantes al Tribunal Superior, permitiendo de esa manera la aprobación de los dos pliegos que envió Macri al Senado.
Justo al complicarse la designación de los dos nuevos integrantes de la Corte Suprema propuestos por Poder Ejecutivo, surgió este miércoles una señal oficial hacia el peronismo para descomprimir el tema.
Sucede que tras varios meses de espera para la aprobación de los pliegos de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, finalmente parecía encaminado el tema hacia una resolución, con fecha precisa: el 15 de junio. Anunciada esa jornada para llevar los pliegos al recinto, se daba por descontado que el Gobierno contaba con los dos tercios necesarios para aprobar ambos nombres.
Sin embargo la cuestión volvió a complicarse cuando el lunes -tal cual informó parlamentario.com- el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Marcelo Fuentes, presentó un proyecto de ley promoviendo una reforma profunda en la composición de la Corte, para la cual sugería la extensión de su número nada menos que a 13 miembros, divididos en cuatro salas especializadas, con representación federal y de género, y “respeto por los derechos humanos”.
La iniciativa cuenta con el respaldo de otros 13 senadores que estamparon su firma en el proyecto, incluidas las cuatro representantes de la agrupación La Cámpora en la Cámara alta. No figura entre esas firmas la del presidente del bloque, Miguel Pichetto, de modo tal que está claro que la movida sirvió para marcarle el territorio al rionegrino. Esos 14 senadores que firmaron la iniciativa son los más cristinistas, que no votarán evidentemente los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz. Tal cual les sugirió en abril pasado Cristina Kirchner cuando reunió a un grupo de senadores en el Instituto Patria.
El proyecto presentado por Fuentes fue elaborado junto a la santacruceña Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner, y el misionero Juan Manuel Irrazábal, y también lleva las firmas de María Ester Labado (Santa Cruz), María Inés Pilatti (Chaco), Teresita Luna (La Rioja), María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe), Inés Blas (Catamarca), Ana Almirón (Corrientes), Hilda Aguirre (La Rioja), Ruperto Godoy (San Juan), Nancy González (Chubut), Silvina García Larraburu (Río Negro) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).
Paralelamente el senador Juan Manuel Abal Medina presentó este miércoles un proyecto también para ampliar la composición de la Corte, aunque de manera más moderada: a 7 miembros. La propuesta contempla que la Corte deberá reflejar en su integración la diversidad de género.
Según la iniciativa, la Corte no podrá integrarse por más de cuatro jueces del mismo género.
Ante propuestas, entre aquella extrema y esta última más moderada, el Gobierno estaría dispuesto a emitir señales de consenso hacia el peronismo, y según pudo saberse de fuentes oficiales, el presidente Mauricio Macri habría dado el visto bueno para que se analicen los proyectos presentados por la oposición para ampliar la Corte. No habló de un número que le interese al Ejecutivo -de hecho, en su momento Macri dijo preferir mantener la conformación de cinco-, pero habilitaría el análisis de un incremento.
Se especula que el número de integrantes de la futura Corte sería siete, en cuyo caso ambos nombramientos deberían corresponder a mujeres, cuestión de atender las demandas de equidad de género, uno de los factores que precisamente complican ahora los nombres de los dos pliegos que se debatirán la semana que viene, pues son varias las mujeres que se resisten a convalidar a ambos varones, justamente por su sexo.
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