Tal como lo anticipó la presidenta Cristina Kirchner al abrir el año legislativo en el Congreso, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ya empezó a mandar a las entidades financieras un formulario bien desagregado para que cuenten con lujo de detalle a dónde va cada peso que sale como préstamo. Buscan incrementar la asistencia financiera a la producción.
Aunque tiene estadísticas de todo tipo, el Banco Central (BCRA) reconoce no saber bien a quién le están prestando plata los bancos.
Y tal como lo anticipó la presidenta Cristina Kirchner al abrir el año legislativo, el BCRA ya empezó a mandar a las entidades financieras un formulario bien desagregado para que cuente con lujo de detalle a dónde va cada peso que sale como préstamo.
Como dio a entender la presidenta, y admiten en el Central, hay interés en que, luego de obtener esa fotografía, se empiece a trabajar en fomentar los créditos a la producción (algo que se viene prometiendo desde hace tiempo), para tratar de contener una tendencia de los últimos años: el fuerte aumento de los créditos al consumo.
La idea que sobrevuela en el Central es fijar normas prudenciales más laxas para los créditos a la producción o a la compra de viviendas, tal como publica Clarín en su edición de hoy.
Sin embargo, los datos de 2010 muestran que los créditos para empresas (adelantos y descuentos de cheques) aumentaron el año pasado su participación en el total de créditos, pasando del 39,9 al 42%, mientras que los préstamos personales y con tarjeta de crédito quedaron estables en el 34,5%.
Dicho esto, entre banqueros y especialistas dicen que va a ser muy difícil modificar las porciones de esa torta.
Por varios motivos: Los ahorristas tienen depositados la mitad de los plazos fijos a menos de 60 días.
Según Clarín, en mercados desarrollados, el financiamiento a plazos largos se hace en el mercado de capitales (emitiendo deuda) y no a través de préstamos. Aquí el mercado de capitales tiene un peso marginal en el financiamiento a empresas.
El economista Eduardo Levy Yeyati (ex economista jefe del BCRA) señaló tiempo atrás otro factor ineludible. Los avances tecnológicos llevaron a los bancos a simplificar y estandarizar los «paquetes» de créditos y reducir sus costos de originación.
En otras palabras, es mucho más fácil darle un préstamo personal a un cliente del cual se conoce todo porque se le acredita el sueldo en una cuenta del mismo banco, que analizar los papeles de una empresa y los números de sus proyectos de inversión.
A su vez, esos créditos personales o financiación con tarjeta son fácilmente transformables en liquidez mediante la «securitización» (emisión de deuda garantizada por los pagos futuros de esos créditos).
Contra estas evidencias quiere luchar el Banco Central, y es deseo de Mercedes Marcó del Pont, titular del organismo monetario, tener algún anuncio para mostrarle a la Presidenta, en lo posible antes de las elecciones de octubre.
Fuente: iProfesional.com y Clarín