El testigo clave de una causa sobre la muerte de un obispo durante da dictadura reapareció luego de que se desconociera su paradero desde el lunes. Según su abogada, «fue raptado por desconocidos que lo obligaron a tomar pastillas para dejarlo inconsciente”.
Se trata de Víctor Martínez, quien figura como testigo en la causa por la muerte en 1977 del obispo Carlos Ponce de León y que el lunes fue visto por última vez a las 14, cuando salió de su casa en el barrio de Palermo con destino a una escribanía a la que nunca llegó.
Al respecto, la abogada del testigo, Gabriel Scopel, señaló que apareció en la noche del miércoles “bajo los efectos ansiolíticos o de alguna droga que le impedía caminar correctamente porque le faltaba el equilibrio”.
“Estaba muy confundido y balbuceante”, señaló Scopel, quien detalló que, en ese contexto, lo único que pudo relatar fue que “lo tuvieron en una habitación, que lo trataron bien, que no le pegaron, que le daban de tomar pastillas y que le decían qué tenía que decir”.
La letrada relató que Martínez apareció “en la avenida Rivadavia y Acoyte”, en el barrio porteño de Caballito y desde allí se comunicó telefónicamente con su esposa.
Luego, indicó la abogada, “alguien tuvo la gentileza de dejarlo en la comisaría 11”, ubicada en la avenida Díaz Vélez al 4600, tras lo cual fue trasladado al Hospital Durand para hacerle análisis de rutina, los cuales establecerán qué droga se le suministró.
La noticia de la aparición de Martínez fue dada a conocer en la madrugada del jueves, a través de las redes sociales de Twitter y Facebook, por la ministra de Defensa, Nilda Garré.
“Confirmo, apareció Víctor Oscar Martínez. Médico legista evaluará su estado”, publicó la funcionaria.
Fuente: MinutoUno
