Los atentados suicidas se produjeron en una escuela militar. Además de los muertos, entre los que hay tres civiles, 115 personas resultaron heridas. Un grupo talibán se atribuyó los hechos y sostuvo que son en represalia por el asesinato del líder de Al Qaeda.
Al menos 87 personas murieron y más de 115 resultaron heridas hoy en dos ataques suicidas contra una academia militar en el noroeste de Pakistán. Tras los atentados, la milicia talibán se los atribuyó y sostuvo que fueron en venganza por la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, asesinado por un comando estadounidense el 2 de mayo.
«Advertimos a la gente de que no debe permitir que sus hijos se alisten en las fuerzas militares y paramilitares paquistaníes, porque estamos planeando más ataques contra ellas. Pronto van a ver ataques aún más grandes a las fuerzas de seguridad», declaró Ihsanullah Ihsan, un supuesto portavoz del grupo Tehrik-i-Talibán Pakistán, por teléfono a la agencia alemana DPA.
Los atentados suicidas se produjeron a las afueras de la base de la unidad paramilitar Cuerpo Fronterizo en el distrito de Charsadda, cerca de la ciudad de Peshawar, cuando los reclutas se disponían a abandonar el centro de instrucción.
El oficial de policía Jehanzeb Khan informó que entre los muertos hay tres civiles, mientras que el resto son reclutas. Por su lado, el director de un hospital en Peshawar dijo que hay 15 de los heridos se encuentran en estado grave.
Khan informó que los dos suicidas se dirigieron en motocicletas a la entrada principal del centro cuando los reclutas estaban por cargar sus pertenencias a un autobús. Uno de los atacantes hizo estallar los explosivos que llevaba consigo junto a un autobús. El segundo se hizo volar por los aires cuando la gente acudía al lugar para rescatar a las víctimas de la primera explosión.
El jefe de la policía del distrito, Nisar Marwat, dijo que 15 micros y varios comercios de un mercado cercano resultaron dañados.
Se trata del primer gran ataque registrado en Pakistán después de la muerte de Bin Laden a manos de un comando especial estadounidense en la ciudad paquistaní de Abbottabad.
Fuente: elargentino.com
