Lo dijo el subsecretario de Agricultura, Oscar Solís; Maizar pide que se libere el mercado. En el contexto del fuerte reclamo para que se libere el mercado del maíz, propiciado en el congreso de la Asociación de Maíz Argentino (Maizar), el subsecretario de Agricultura, Oscar Solís, ratificó ayer que la política de intervención en los mercados agropecuarios no cambiará si el kirchnerismo gana en octubre las elecciones presidenciales.
«Sobre los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), es importante decir que si el oficialismo gana, no va a cambiar la política respecto de las exportaciones», explicó el funcionario, ante un auditorio repleto de empresarios, productores y ruralistas, y luego de que varios de los disertantes hicieran un fuerte reclamo por la apertura de las exportaciones de maíz.
Seguidamente, en un intento por tranquilizar a los presentes, Solís desmintió que el Gobierno quiera nacionalizar el comercio granario, como trascendió en los últimos meses. «Les puedo garantizar que no hay ninguna chance de que vuelva la Junta de Granos», aclaró.
Aunque algunos elogiaron la presencia de Solís en el congreso, un gesto poco común de los funcionarios de este gobierno, que prefieren no interactuar con los productores, la charla de Solís fue criticada por los presentes. Incluso hacia el final de su disertación se escucharon algunos silbidos y varios se retiraron enojados. «Solís no tiene cara. Habla de que quieren defender la producción cuando hace cuatro meses que no se vende trigo», dijo el ruralista y diputado provincial bonaerense por Unión por Todos, Jorge Srodek, uno de los que se retiró de la charla del subsecretario.
Más pérdidas
Durante el congreso, se contabilizaron también las pérdidas que ocasiona la intervención oficial.
En esa línea, Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), dijo que por las regulaciones oficiales, desde 2007, los productores de maíz perdieron US$ 2000 millones. Y que en el potencial de exportaciones la pérdida es de US$ 3762 millones. «Teníamos un 5% de participación en la producción mundial en 2007 y hoy estamos en 2,70%», indicó el dirigente. «Todos somos perdedores. Tenemos una carga muy pesada, que son los ROE, retenciones e intervención en el mercado», dijo el presidente de CRA.
Al margen del cálculo de Llambías, Hugo Luis Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), dijo que sólo en la actual campaña, cuya cosecha está avanzando, las distorsiones provocarán a los productores una pérdida de US$ 840 millones.
El dirigente fue particularmente duro contra la intervención oficial. «Tenemos una lucha contra un mensaje permanente en contra», dijo. «¿Por qué seguimos aceptando un 20% de retenciones al maíz más las trabas al comercio?», se interrogó.
Biolcati también se quejó de que, pese a sus anuncios, el Gobierno «nunca devolvió» las retenciones a los pequeños productores del cereal, y cuestionó al secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, que durante el encuentro se refirió a un plan estratégico para el maíz con el fin de que aumente su producción y agregado de valor. «Las exportaciones siguen cerradas», le recordó el ruralista.
A todo esto, Santiago Del Solar, presidente de Maizar, comentó un trabajo que la entidad le encargó a la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), considerando descuentos de US$ 33 por tonelada de maíz, pero aclarando el impacto que tendría en el margen bruto el fin de la intervención en el mercado.
Allí se precisa que, sin la intervención, el cereal pasaría a tener márgenes brutos superiores a la soja en 16 de 17 regiones productivas. Hoy ya lo tiene en 11 regiones.
«Si las exportaciones estuvieran abiertas, el margen del maíz superaría ampliamente al de la soja, en algunos casos por más del 200%. Sin la intervención y con el anuncio de confianza es posible un millón más de hectáreas de una campaña para otra», dijo Del Solar. «Maizar no quiere cupos ni cuotas», acotó.
Por el momento, para el inicio de la siembra, en septiembre próximo, se aguarda una suba del área de entre 10 y 20%, contra una superficie en el ciclo pasado de 3,2 millones de hectáreas para el grano comercial. Si se incluye el uso para ganadería, el año pasado se sembró un total de 4,2 millones de hectáreas.
Sin señales a favor de parte del Gobierno, el incentivo para producir es el precio. El FOB argentino para el maíz sin retenciones subió de 175 a 300 dólares la tonelada desde 2010.
Fuente: lanacion.com