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Cristina inaugura una planta de Honda pero el conflicto con Brasil se agrava

La Presidenta inaugurará esta tarde la nueva planta automotriz de Honda en la ciudad bonaerense de Campana, en donde presentará un automóvil fabricado íntegramente en el país. Mientras tanto, cerca de 4.500 vehículos argentinos se encuentran demorados en las distintas aduanas de Brasil, y las empresas automotrices ya advirtieron que si no se resuelve el conflicto, podrían disminuir su producción.

El acto que encabezará Cristina Kirchner estará sumergido en una profunda contradicción. En el mismo momento en que la Presidenta inaugure la nueva planta que Honda construyó en Campana, cerca de 4.500 autos fabricados en la Argentina se encontrarán demorados por el conflicto comercial con Brasil.

También es probable que la alegría de los propios ejecutivos de la automotriz japonesa se haya transformado en preocupación durante las últimas semanas. Es que el mismo día de la presentación de la obra que demandó una inversión de 250 millones de dólares, algunos empresarios del sector dejaron entrever que si las trabas brasileñas no se levantan, la producción tendría que disminuir.

«Se los dijimos con todas las letras: una terminal puede aguantar el envío de un barco, a lo sumo de dos. Pero si sigue amontonando autos sin poder cobrárselos a su cliente, en un momento dado tendrá que reprogramar su producción, obviamente hacia abajo», avisó una fuente del sector, según publica el diario Clarín.

El conflicto se reavivó luego de las reuniones que mantuvieron Eduardo Bianchi y Alessandro Teixeira, secretarios de Industria de Argentina y Brasil. La confusión se inició con el gesto de distensión se ofreció el gobierno de Rousseff antes de los encuentros: los autos que estaban varados en la frontera comenzaron a ingresar gradualmente. Pero era sólo eso, un gesto.

Fue el propio ministro de Industria brasileño, Fernando Pimentel, quien se encargó de aclarar que la utilización de licencias no automáticas para la importación de vehículos argentinos seguía vigente. En el matutino paulista Estado, declaró que pese a la «buena» reunión mantenida entre los secretarios, «no se estableció ningún cambio en relación a la situación». Y profundizó el temor de los empresarios de ambos países.

Los magros resultados en las negociaciones fueron uno de los temas de la reunión del último marte en el Comité Ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA).

Para muchos, la decisión de mantener esta medida hasta que se realice una nueva ronda de negociaciones dentro de 15 días contituye un endurecimiento de la postura brasileña. Se calcula que en un mes, se podrían demorar hasta 30 mil vehículos.
Fuente: lapoliticaonline.com

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