Carlitos volvió a ganarse un lugar de arremetida. Hace un mes parecía afuera de la Copa y ahora, cuando ya se dobló la curva antes del debut, se metió en el equipo.
Tevez lo hizo otra vez. De arremetida, con la fusta bajo el brazo y como ya tiene acostumbrados a todos los técnicos (les pasó lo mismo a Bielsa, Pekerman, Basile y Maradona), se metió en el equipo sobre el final, cuando ya todos lo daban por seguro en el banco de suplentes. Batista no es la excepción, aunque quizá fue el entrenador que más se enfrentó con el jugador del pueblo. El Checho lo borró por un acto de indisciplina (acusó una lesión para no jugar ante Brasil, en Qatar) y luego estuvo seis meses afuera. Cuando se iba a quedar afuera de la Copa, el Apache bajó un cambio, pidió una reunión a último momento y se terminó metiendo en la lista, luego de un retroceso en su posición.
Con este antecedente tan cercano, nadie imaginaba que en el debut ante Bolivia sería titular. Pero el bajo rendimiento de Di María en las prácticas y el nivel goleador de Carlitos (fue el top scorer de la Premier) lo mandaron adentro para estar mañana a las 21.45, en el estadio Ciudad de La Plata. En un equipo muy tocador, el técnico quiere que haya mayor fuego en el área. Y Tevez se lo da, más allá de que le cuesta ingresar en el circuito tocador del team nacional.
Batista dará hoy la conferencia de prensa y seguramente confirmará el equipo. Y ahí especificará los motivos de su cambio. El técnico tuvo un mensaje para afuera y otro hacia adentro. Se cansó de declarar que la ausencia de Tevez era un gusto futbolístico, aunque la realidad es que buscó proteger al jugador y no decir que se había negado a jugar con Brasil, y que luego no tuvo una reunión muy positiva con el Tata Brown y Alejandro Tocalli, en Londres.
Al Checho le gusta Tevez. Quiere el de Boca, pero ahora pretende que arranque por izquierda y desea que por fin pueda tener química con Messi, el verdadero as de espadas de la Selección. Es la gran apuesta. ¿Funcionará?
Fuente: Olé
