Hugo Chávez regresó de Cuba hace dos semanas y en estos días ha logrado hacerse de nuevo con el control de la agenda política con un objetivo principal: preparar las elecciones presidenciales de 2012 para lograr su reelección
Para ello ha vuelto a asumir el liderazgo indiscutible del chavismo, busca, como en 2006, acercarse a las clases medias y promueve un mayor gasto público para estimular la economía y atender los principales reclamos sociales.
Desde un punto de vista estrictamente político, Hugo Chávez ha retomado el control del movimiento chavista con vistas a su reelección y ha anunciado que será candidato en 2012 a la reelección (“soy el candidato para las elecciones de 2012 y yo voy a ganar otra vez “) y que pretende seguir en política hasta 2031 (” desde ya los invito a que celebremos mis 77 (años), el número de la suerte, el 28 de julio del 2031… Yo había dicho que me iba en el 2021, pues no me voy el 2021 ni nada. A lo mejor, en el 2031, a lo mejor, que sé yo, a los 77″).
Para que esto se cumpla debe gozar de buena salud y que todos lo vean y perciban. Y es lo que lleva haciendo insistentemente estos días, demostrar que ha vencido al cáncer: “estaré con ustedes no sólo en el alma, en el espíritu, físicamente con ustedes pronto en la batalla, en las calles de nuevo, después de que pasemos estos meses de recuperación…Ha habido cumpleaños y cumpleaños. Este me sorprende y lo sorprendo en pleno renacimiento. Yo estoy como el Fénix. Esto es el retorno, una nueva vida ha nacido en mí”.
En esa línea, la televisión estatal venezolana ha mostrado a Chávez vistiendo ropa deportiva y haciendo ejercicio junto a sus colaboradores: ”gobierno sano, cuerpo sano, mente sana, pueblo sano. Tenemos que dar ejemplo también en eso, mantener la forma física, comer sano. Oye tenemos un estómago y a veces le echamos piedras, basura”.
Liderazgo político indiscutido
Como en anteriores comicios, la estrategia chavista se apoya en dos pilares: acentuar la polarización política entre “buenos” (chavistas) y “malos” (oposición) y centrar la campaña en su propia figura, convirtiendo la consulta en un plebiscito.
Si bien ha mandado señales sobre un posible deseo de moderarse, no todos los analistas están seguros de que ese vaya a ser el camino. Moisés Naim en el diario El País asegura que “ Chávez ha cambiado su obsesivo eslogan “Patria, socialismo o muerte” por “Viviremos y venceremos”. Vivir y vencer son ahora sus prioridades. También ha introducido una reveladora exhortación: “¡Unidad, unidad, unidad!”. En vista de lo bien que le ha ido polarizando a los venezolanos, cuesta imaginar que Chávez llame ahora a la unidad de sus compatriotas. Su ruego va dirigido a los simpatizantes, a los grupos cuya maltrecha unidad Chávez necesita para seguir mandando en el país con las mayores reservas petrolíferas del mundo.
De hecho, ha reiniciado su habitual táctica de satanizar a los opositores: “nosotros tenemos que hacer, por el camino democrático y la Constitución por delante siempre, lo imposible para que la llamada Mesa de la Unidad no vuelva a gobernar, no vuelva a venir a Miraflores…son las traiciones, los intereses, negocios, ambiciones personales, eso si es verdad que es un nido de alacranes y de serpientes venenosas”.
Además, Chávez se plantea esta campaña como un nuevo plebiscito sobre su figura: “soy el candidato de la revolución y estoy absolutamente seguro que el pueblo me va a reelegir Presidente para el período 2013-19…Hace años atrás, utilicé una frase que después se quedó. Comenzando la primera década del siglo, hablé de la década del bronce, que sería la que terminó cuando culminó la primera década del siglo XXI. Estaríamos comenzando la década de plata: 2011-2020. Y la de oro sería entre 2021 y 2030. Eso cuadra con el bicentenario del cumpleañero de hoy (ayer). Estoy resuelto a llegar al 2031″.
Él sigue siendo el principal reclamo del chavismo, pues como señala Luis Vicente León en el diario El Universal “la popularidad de Chávez sigue girando alrededor del 50% que ha tenido desde el 2009 (48% o 52% no cambia esa realidad). El país sigue dividido en dos toletes iguales. Quizás lo único relevante es que las opciones alternativas opositoras se fortalecen. Por ejemplo, en un cara a cara entre Chávez y Capriles Radonski, hay un empate estadístico (39% vs. 37%), al igual que en aprobación de gestión y en autodefinición política”.
Atraer a las clases medias y a los ni-ni
Hugo Chávez está tratando de atraer a los sectores medios de la sociedad y a los que podrían votarle pero no lo hacen por las derivas socialistas de sus discursos. Por eso ha confesado que “hay gente que quiere ser a veces, o queremos ser más papistas que el Papa, más marxistas que Marx, pero no podemos dejarnos quitar, no podemos regalarle la clase media a la burguesía”.
Chávez ha anunciado su deseo de cambiar su antiguo lema de “patria, socialismo, muerte” por “patria socialismo, victoria”.”Tenemos que vivir, tenemos que vencer. Propongo otro lema porque aquí no hay muerte, aquí hay vida: Patria socialista y victoria”,
Incluso, esa pretensión se ha visto en su vestimenta pues últimente ha abandonado la camisa roja por otros tonos: “Ahora, qué impactos en la clase media, en los sectores X, Y, Z, nuestros? No sé. Pero yo sí creo que de ahí se pueden derivar muchas cosas, ¿por qué tenemos que andar todo el tiempo de camisas rojas?”.
Ha pedido el apoyo de las grandes multinacionales para que ayuden a Venezuela a explotar las reservas petroleras del Orinoco y ha tranquilizado a los pequeños industriales sobre la seguridad jurídica de sus inversiones: “el proyecto bolivariano socialista no tiene en sus planes la expropiación de la pequeña industria, de la pequeña empresa…No es justo que nosotros le demos más bien fuerza a las tesis perversas de la burguesía de que vamos a expropiar las carnicerías, la areperas, las fotocopiadoras, el pequeño comercio, esto no está previsto…Que nadie de nuestro país lo crea, tenemos que convencerlos de nuestro verdadero proyecto, que este sector nos hace falta y queremos más bien darle crédito”.
La estrategia económica
La economía venezolana logró en el primer trimestre de este año un crecimiento de 4,5% dejando atrás el proceso de recesión y alta inflación que el país arrastraba desde 2008.
Además, el gobierno de Chávez ha impulsado diversas leyes, como la de Costos y Precios Justos y la Regularización y Control de los Arrendamientos de Viviendas, que buscan atender dos de los principales reclamos de la población, en especial los sectores populares y la clase media. Con la primera norma se busca controlar la inflación y con la segunda estimular el deprimido mercado inmobiliario.
En el primer semestre de 2011, Venezuela registró una inflación de 13% y en 2010, los precios subieron un 27,2%, la tasa más alta de la región. Por eso, Hugo Chávez impulsa una legislación que le da potestad para fijar los precios de una amplia gama de productos y servicios, con la que espera acabar con la inflación de dos dígitos y los esporádicos brotes de desabastecimiento en Venezuela: “con correctas políticas se evitará la especulación de los precios…seguimos hacia abajo, seguimos frenando la inflación”.
Además, el gobierno busca estimular la economía y atender los reclamos sociales vía endeudamiento. Chávez autorizó las emisiones de bonos de la Ley de Endeudamiento Complementaria por 45 millardos de bolívares. De esos recursos, 10 millardos serán para la Misión Vivienda, 10 millardos para la Misión Agro Venezuela, 10 millardos para la Misión Trabajo, 10 para pagos de deuda y 5 millardos de bolívares para emergencia.
Fuente: www.agenciacna.com.ar
