Fue el genio detrás de Apple y sus grandes creaciones. Desde 2003 luchaba contra un cáncer de páncreas.
Steve Jobs, cofundador de Apple y una figura icónica que transformó los hábitos de consumo de varias generaciones con productos como el iPod, el iPhone o el iPad, murió este miércoles a los 56 años.
Jobs ejerció como consejero delegado de Apple hasta finales de agosto cuando renunció por no poder hacer frente a sus obligaciones y después de ocho meses de licencia por motivos médicos.
El ejecutivo había superado un tumor de páncreas en 2004 y fue visto visitando centros para pacientes de cáncer a lo largo del año.
Jobs reapareció para la presentación del iPad 2, en marzo pasado, un evento en el que fue recibido con una sonora ovación y en el que se mostró extremadamente delgado.
La alta participación de Jobs en el diseño y desarrollo de exitosos productos como los reproductores iPod o el teléfono iPhone generó una imagen de dependencia que hizo cuestionarse al mercado si Apple seguirá siendo vanguardista sin su creador.
El pasado martes Apple presentó su nuevo modelo de iPhone, el iPhone 4S, en un acto conducido por Tim Cook, sucesor de Jobs, quien no se mostró como solía hacer desde el debut en 2007 del revolucionario dispositivo.
El pasado 5 de enero Jobs aseguró en un comunicado que sus médicos habían determinado que sus problemas de salud tenían como origen un desequilibrio hormonal de tratamiento «simple y sencillo».
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