La inédita derrota ante Venezuela ha dejado claro que el combinado nacional continúa en crisis. Crisis de resultados y de equipo que Argentina debe revertir rápidamente para encontrar paz en este camino rumbo a Brasil 2014.
Las primeras presentaciones de la Selección argentina en las eliminatorias Brasil 2014 han sido un fiel reflejo de la actualidad del fútbol nacional.
La cómoda victoria ante el audaz pero poco práctico planteo táctico de Chile y la inédita derrota ante Venezuela han dejado claro que el combinado albiceleste continúa en crisis y esta cuestión por momentos parece empeorar. Aunque lo más incómodo no sea esta deficiencia futbolística. La cuestión es peor aún cuando el cansancio y el calor surgen como ocasionales excusas.
Son reglas con las que los equipos cuentan de antemano y no deberían sorprender a un equipo de elite como se jacta de ser el argentino. Si es por eso, no se debería viajar a Barranquilla o La Paz, y directamente ceder los puntos. Las dificultades son escollos a superar, pero no deben convertirse en la base de ninguna explicación o atenuante cuando de selecciones nacionales se trata.
En el transcurso de las Eliminatorias, Argentina tiene el gran desafío de recuperar su camino. Primeramente apostando a un proyecto serio dónde los jugadores tengan en claro las reglas y el objetivo hacia dónde se va, como así los valores y el criterio de juego por el que se quiere apostar.
En esto tendrá gran incidencia la dirección técnica. Parece fácil y hasta obvio, pero son cuestiones que hoy el equipo albiceleste no tiene en claro y por eso puede perder con cualquiera. Si bien el historial le es ampliamente favorable en favor de Argentina, la sola mención de la selección boliviana remite a la Albiceleste a dos partidos que los dirigidos por Gustavo Quinteros darían lo que no tienen para repetir en el estadio Monumental.
El primero se disputó el 1 de abril de 2009, cuando en La Paz el equipo boliviano asestó una escandalosa goleada por 6-1 al argentino que por entonces dirigía Diego Maradona, camino al Mundial de Sudáfrica 2010. Y el segundo, más cerca en el tiempo, data del pasado 1 de julio, cuando Bolivia a punto estuvo de sorprender a Argentina en el debut de ambos en la Copa América, que finalmente acabó con un empate a uno.
El argentino-boliviano Quinteros seguramente apostará a un esquema conservador para enfrentar a la selección de Alejandro Sabella, tal como hizo en julio en la ciudad de La Plata mostrando un temperamento que sorprendió a los dirigidos en aquella oportunidad por Sergio Batista.
A la antítesis del planteamiento de Quinteros jugará sus fichas Sabella, que debutó oficialmente en el banco de la selección con una goleada por 4-1 ante Chile pero cuatro días más tarde defraudó ante Venezuela al caer por 1-0.
Sabella no podrá contar con uno de sus titulares inamovibles, Ángel Di María, quien sufrió el último domingo un problema muscular en el partido entre el Real Madrid y el Osasuna, ni tampoco con Ever Banega, del Valencia, que a comienzos de mes resultó afectado por un esguince de rodilla que le mantendrá de baja entre cuatro y seis semanas.En su lugar entrará Ricardo Alvarez. También por ahora Sergio Agüero parece descartado y se comenta que Javier Pastore ingresará en su lugar.
Para el seleccionado argentino, jugar frente a Bolivia presupone algunas incomodidades. La principal es que el valor de una buena actuación será relativizado (probablemente con razón) por la incontrastable realidad de una selección inferior en el concierto sudamericano. Y desde luego, cualquier resultado que se lea como pobre, activará las sospechas.
Urgente24