El presidente de la Cámara de empresas de medicina prepaga justificó los aumentos y negó que sean negociados con el secretario de Comercio Interior. El Gobierno demora la reglamentación de la ley que le permite fijar las tarifas. “Nuestra base es la paritaria de sanidad, que este año fue del 33%”.
El director ejecutivo de la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales (CIMARA), Federico Díaz Mathe, defendió los aumentos de tarifas que aplican las empresas de medicina prepaga y negó que en esos ajuste intervenga el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
“Nunca negociamos los aumentos con nadie. Sólo le informamos a la Secretaría de Comercio Interior”, aclaró a LPO, en referencia al contacto que mantienen con el polémico funcionario del Gobierno.
El mayo Diputados sancionó una ley que regula la medicina prepaga y entre otras cosas crea una Comisión Permanente con tres miembros del Ministerio de Salud y tres de Economía para controlar la aplicación de la ley. Una de las posibles tareas es regular las tarifas.
Pero el Gobierno nunca reglamentó esa ley pese a que el artículo 30 obliga a hacerlo en no más de 120 días y así las empresas pudieron disponer libremente los aumentos.
Y lo hicieron sin timidez: enviaron cartas a sus clientes para anunciar un incremento en su cuota del 9,5% en diciembre y 5,5% en febrero. Así, la suba anual alcanzará el 34%.
“Para nosotros el año calendario es de julio a julio, porque ese mes se define la paritaria de sanidad, que es la base de nuestros costos. Y la última determinó un aumento del 33%”, recordó.
“En el último año aumentamos un 26% y después de febrero no creo que haya más aumentos, sobre todo si las paritarias no suben del 18% como quiere la presidente”, agregó Díaz Mathe.
El empresario asegura que no tuvieron ningún contacto tras la sanción de la ley que cuestionaron todas las empresas y finalmente nunca estuvo vigente.
“La ley es discriminatoria porque deja fuera a las obras sociales sindicales y sus planes superadores compiten con los de medicina prepaga. Y establece un ingreso irrestricto de enfermos y mayores de 65 años, lo que nos da en ninguna ecuación matemática”.
“Además –prosiguió- como no establece planes parciales un soltero de 70 años paga maternidad y ginecología. ¿Acaso a una fábrica de galletitas la obligan a poner tal o cual dulce?”, comparó.
-¿En caso de que se reglamente la ley como piensan negociar las tarifas?
-Seguramente tendremos alguna fórmula específica que mida todas las variables. Pero no tuvimos ninguna comunicación con nadie –insistió Díaz Mathe.
La Política Online