El ex ministro de Economía Martín Lousteau afirmó que la eliminación de subsidios a las tarifas de luz, gas y agua se adoptó «tarde» e impactará con mayor fuerza en la clase media, en tanto advirtió que el gobierno deberá realizar «un enorme esfuerzo» para que la economía llegue a la «mitad» del crecimiento que tuvo este año.
«El lugar donde más va a impactar es en la clase media», aseguró el economista sobre la quita de subsidios y remarcó que «la preocupación central no es tanto las tarifas, sino el combo de cosas que necesitás ajustar en una economía que tiene inflación alta y que tendrá menos crecimiento», en alusión a los recientes aumentos de taxis, prepagas y colegios.
Además, planteó: «El objetivo que se está trazando el Gobierno de no afectar el bolsillo de una proporción grande de la gente y, al mismo tiempo, reducir el monto de subsidios que paga no es obtenible en ambos aspectos al mismo tiempo. Va a tener que ceder alguno de los dos».
En una entrevista con el diario salteño El Tribuno, Lousteau también opinó que el próximo ministro de Economía debe ser una figura con «una fuerte espalda política» y aseveró que «el modelo cambió» porque «el kirchnerismo tiene ahora banderas distintas de las que tuvo en el pasado».
«Vos antes tenías tipo de cambio competitivo y reservas, ahora regalás reservas para mantener un tipo de cambio poco competitivo. Antes decías:’Quiero tener cada vez más consumo’, y ahora decís: Quiero ponerle un techo a la negociación salarial», analizó.
Sobre las perspectivas económicas, estimó que «a la economía argentina, que estuvo creciendo en un promedio de 6,5 por ciento durante los últimos ocho años, le va a costar llegar a la mitad de eso».
Consultado sobre si es lógico una suba de salarios de 18 por ciento para las próximas paritarias, sostuvo que «el Gobierno está tratando de implementar un techo en las negociaciones salariales como manera de moderar el impacto inflacionario».
«Lo mejor que podría hacer el Gobierno para moderar el impacto inflacionario es tener una política antiinflacionaria. Así, sería mucho más sencillo sentar a una mesa a los actores principales y hablar de topes en la negociación salarial, porque lo que vas a hacer es bajar la inflación y vos querés negociar en base a la inflación futura y no pasada. Mientras no reconozcas el problema, de poco sirve hablar de techos», razonó.
Por otra parte, sobre las restricciones a la compra de dólares, juzgó que «lo mejor que podría haber hecho el Gobierno es dejar subir el dólar, que es lo que todo el mundo está esperando porque es una de las cosas que menos subió en los últimos años, y después forzarlo a la baja».
«Tiene las herramientas para hacerlo, que son las reservas del Banco Central. Una vez que hubiese dejado ir el dólar a 4,70 o 4,80 y después bajarlo a 4,65, se hubiera calmado la plaza y hubiésemos tenido más competitividad en un año en el que vamos a crecer menos», evaluó.
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