La canciller se presenta ante la Cámara Baja (Bundestag), que discutirá los acuerdos alcanzados por Alemania y sus socios de la UE en la cumbre de Bruselas. Aumenta el recelo de los alemanes hacia la gestión de la crisis
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Los diputados discutirán sobre la conveniencia del documento firmado el viernes por su país y por 26 de los 27 miembros de la UE, que establece más integración fiscal, más disciplina presupuestaria y un freno para las deudas.
El objetivo es ganar la confianza perdida de los mercados, aunque las medidas de ajuste son muy impopulares para la población, como se ha visto con las manifestaciones de Italia, España, Grecia o Portugal, por los planes de austeridad de los Gobiernos que han recortado los servicios sociales y han inmovilizado la economía sin intervenir ante el creciente desempleo o la precariedad de millones de personas que no tienen ningún ingreso.
La líder política más visible de todos los ajustes que se marcan desde la Unión Europea consiguió en la cumbre que todos los países de la Unión Europea, menos Reino Unido, avalaran la unión de pacto fiscal que exigía Alemania. Fue una victoria rotunda de Merkel, que no tuvo que ceder en su rechazo a la introducción de los eurobonos o a la intervención del Banco Central Europeo.
Pero a pesar de que los comentaristas de todo el continente destacaron su resultado, en Alemania, la canciller no sabe por ahora convencer a sus ciudadanos. Los alemanes están divididos entre quienes perciben que están pagando por errores causados por otros y hasta se verían a sí mismos más cómodos fuera de Europa, y quienes acusan a la mandataria por sus titubeos y su incapacidad de tomar decisiones definitivas.
Según una encuesta del instituto demoscópico Infratest-Dimap, publicada anteayer por la cadena de televisión ARD, el 55% de los alemanes está insatisfecho con la gestión de Merkel de la última cumbre. Sobre los acuerdos alcanzados por los líderes europeos, la mayoría de los encuestados se mostró escéptico. Sólo un 35% cree que ayudará a estabilizar la eurozona, mientras que un 57% opinó que lo acordado en Bruselas no servirá para tranquilizar a los mercados. En la misma encuesta, un 65% de los participantes considera que la solidaridad financiera alemana beneficia a su país.
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