La representante de los indígenas rarámuri en México, explicó que nadie compra sus artesanías porque la violencia espanta a los turistas. Denuncian que miembros de la comunidad se suicidan por hambre
Rosalba García Loya hizo estas declaraciones frente al gobernador de Chihuahua, César Duarte. No le importó admitir la ilegalidad del modo de subsistencia de su comunidad, y pidió ayuda para los suyos. «El narcotráfico es la única economía viviente en la sierra ya que los turistas ya no quieren visitar la entidad», aseguró García Loya, quien en todo momento se dirigió al gobernador, a quien le habló «de tú».
Durante su discurso, agradeció al gobierno estatal la obtención de apoyos emergentes para los habitantes de la sierra Tarahumara; sin embargo dejó en claro que no permitirán que se les condicione la ayuda humanitaria a cambio del voto en las elecciones de julio próximo.»Está bien que hoy lleven apoyos para comer y pasar el frío, que busque el apoyo de los poderosos y que nos ayuden», dijo la oradora, ante decenas de funcionarios públicos, diputados y empresarios. «Tampoco queremos que por la ayuda quieran algo más que agradecimiento y tampoco queremos que empleados de gobierno se queden con apoyos que no es para ellos», enfatizó, según difundió el periódico local El Diario.
«Estábamos aquí y teníamos forma de vivir. Todo el campo era nuestro. Pero cambió cuando llegaron los españoles y los mestizos fueron más importantes que nosotros. Nos dieron tierras e hicimos nuestros pueblos. Pero pasó el tiempo y la avaricia provocó que se quedaran con nuestras tierras y bosques», afirmó. Dijo que si bien hay programas para la sierra, «estamos en crisis gobernador Duarte, no debió llegar a tanto», añadió.
A la violencia narco hay que sumarle las inclemencias meteorológicas. Es que esa zona del país, enfrenta la peor sequía en siete décadas. «Las mujeres indígenas cuando llevan cuatro o cinco días sin poder darle de comer a sus hijos, se ponen tristes; y es tanta su tristeza que hasta el 10 de diciembre (de 2011), 50 hombres y mujeres, pensando que no tienen que darle a sus hijos, se arrojaron al barranco», habías denunciado días atrás Ramón Gardea, líder del Frente Organizado de Campesinos.
La líder indígena insistió: «Los tiempos han sido duros y no sabemos cuándo serán mejores. Los tiempos nos castigan al dejarnos sin cosecha y dar muerte a nuestros animales. No podemos vivir de nuestras artesanías porque el turista tiene miedo y ya no quiere venir».
Infobae
