«El ferry está en peligro. Se está inclinando», fue la primera emisión desde la cabina del barco a la torre de control. Los muertos ascienden a 58 y aún continúan desaparecidas 244 personas.
La transcripción de los diálogos entra la tripulación del buque surcoreano Sewol, hundido la semana pasada, con la torre de control demuestra la confusión antes del naufragio, que dejó 58 muertos y 244 desaparecidos.
«El ferry está en peligro. Se está inclinando», fue la primera emisión radiofónica desde la cabina del barco a la torre de control de su destino, la isla de Jeju, varios minutos después de escucharse un fuerte estruendo en la nave.
Más tarde, desde Jevu pidieron a la tripulación del Sewol ponerse los chalecos salvavidas y evacuar a los pasajeros. «Para la gente es difícil moverse», contestó la cabina dado el elevado grado de inclinación ya alcanzado.
De las 476 personas que viajaban en el Sewol sólo se pudieron salvar 179 vidas, 58 fueron confirmadas muertas y 244 siguen desaparecidas
En los siguientes minutos las autoridades del barco pidieron que se aceleraran los servicios de rescate mientras el barco llegaba a una inclinación de 50 grados a las 9.17, según comunicaron por radio desde el transbordador.
Más tarde, la torre de control recordó a la tripulación que solicitara a los pasajeros usar chalecos salvavidas, pero la respuesta fue que «no se puede hacer el anuncio» porque el sistema de megafonía había quedado inutilizado. A pesar de las circunstancias, el capitán siguió sin dar la orden de evacuación de los pasajeros al no obtener la confirmación de que éstos iban a ser rescatados.
La máxima autoridad del buque, que el viernes prestó declaración tras su arresto, confesó que tenía miedo de que los pasajeros murieran arrastrados por el viento, las fuertes olas y las corrientes marinas en caso de evacuarlos antes de la llegada de los equipos de rescate. Sin embargo, su decisión provocó que la mayoría quedaran atrapados dentro del barco, lo que elevó la cifra de muertos y desaparecidos a más de 300.
En cuanto a los botes de emergencia, se reveló que los tripulantes no fueron capaces de desplegarlos debido a la rápida inclinación del ferry. Las comunicaciones entre el Sewol y la torre de control finalizaron un minuto después de que el capitán confirmara que dio finalmente la orden de evacuación, aunque demasiado tarde como para permitir a la mayoría ponerse a salvo.
Lee Joon-seok, de 69 años, junto con otros miembros de la tripulación, abandonó presuntamente el barco antes que la mayoría de los pasajeros, por lo que fue arrestado y se le acusa de descuidar su seguridad.
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