Según estudios realizados, el estallido de la epidemia en el oeste de África fue causado por una especie de murciélago llamada «Mops condylurus».
Hasta ahora se creía que la epidemia había sido desatada por unos murciélagos gigantes conocidos como zorros voladores, pero según la conclusión a la que arribó el instituto epidemiológico alemán Robert Koch (RKI) publicado en la revista «Embo Molecular Medicine», la epidemia de ébola en el oeste de África fue generada por una especie de murciélago llamada Mops condylurus.
Tal como ya se conoce, probablemente el primer paciente,un menor, contrajo la enfermedad el 26 de diciembre de 2013 en la aldea de Meliandou, en Guinea.
Los niños de la aldea solían jugar en el tronco hueco de un árbol habitado por murciélagos de la especie «Mops condylurus», señalan los científicos dirigidos por el investigador Fabian Leendertz.
Los animales eran cazados por los nenes y su carne era asada como alimento. Los científicos señalan que el virus podría haber sido transmitido a través de la ingestión de la carne o del contacto con fluidos corporales de los animales.
El equipo del Instituto Robert Koch viajó en abril de 2014 al lugar en el que estalló la epidemia, en la zona de Guinea que limita con Liberia y Sierra Leona para identificar las causas de la epidemia de fiebre hemorrágica.
Los científicos hallaron material genético de estos murciélagos, considerados reservorios naturales del virus del ébola en epidemias anteriores, en pruebas tomadas del suelo y de las cenizas del tronco hueco que fue quemado.
Se sabe que este tipo de murciélago puede sobrevivir al virus del ébola porque en algunos ejemplares fueron encontrados los correspondientes anticuerpos.
Según los autores del estudio, los pobladores de la región tienen contacto frecuente con el tipo de murciélago conocido «zorro volador», pero el niño podría haberse contagiado al jugar en el árbol en el que se confirmó que habitaban ejemplares de la especie «Mopscondylurus».
Esta conclusión amplía el espectro de posibles causas, debido a que hasta ahora se creía que el ébola se contagiaba a través de los zorros voladores.
Según dijo Leendertz a dpa, el hecho de que el niño se contagiase «fue una lamentable casualidad». El científico sostuvo que la probabilidad de contraer la enfermedad a través de la ingestión de carne de un ejemplar infectado o del contacto con sus fluidos corporales es ínfima.
Fuente: www.infonews.com