Erviti fue presentado ayer en el club y ya se puso la camiseta: “Quiero devolver toda la confianza”, dijo, y contó que es “el paso más importante” de su carrera.
Fue un 1° de febrero. Quedará registrado en los libros. Hubo un día, un instante, un momento en el que la novela más larga del verano se acabó.
Walter Daniel Erviti se sienta en la sala de conferencias de prensa de la Bombonera minutos antes de las tres de la tarde y dice que llega “al club más importante del mundo”. Le agradece a la dirigencia de Boca, a la de Banfield, a Sergio Marchi (secretario general de Agremiados), a “Martín (Gustadisegno, su representante) por estar todo el tiempo a mi lado” y ya se larga a hablar en azul y oro.
Walter Daniel Erviti es distinto. Adentro y afuera. Por algo será que fue el único refuerzo en ser presentado en el club. Las llegadas de Diego Rivero y Leandro Somoza se concretaron durante la pretemporada en Tandil y no hubo rueda de prensa oficial para escuchar sus primeras sensaciones. En cambio, para el estreno ante micrófonos xeneizes de este zurdo de pie fino que ya ilusiona a la tribuna, al técnico y a los compañeros, todos se vistieron de gala. Hasta el propio Walter, que apareció con una coqueta camisa blanca y pantalón negro, aun sin descuidar su rodete marca registrada. “Es el paso más importante que he dado en mi carrera”, titula el volante de 30 años con una sonrisa de oreja a oreja, luego de las primeras frases de ocasión.
El tire y afloje de la negociación, que incluyó dardos cruzados entre el jugador, Carlos Portell y Jorge Ameal no lo desvió ni un milímetro de su objetivo: “Siempre tuve muy en claro que mi deseo era estar acá y el hecho de haber llegado y que hayan confiado en mí me pone muy contento. Esto es impagable. Quiero trabajar para devolverle la confianza a la gente que me acompañó”.
¿Si ahora que se dio la transferencia será momento de relajarse? “Tengo que prepararme bien porque si no, no voy a jugar. Que Julio (Falcioni) me haya pedido no significa que ya tengo el puesto asegurado”, explica el mediocampista, quien a partir de hoy realizará una intensiva rutina de entrenamientos en doble turno para ponerse a punto y llegar afilado al debut (está suspendido para la primera fecha). “Por lo que el equipo mostró en el verano, es parecido a lo que hacíamos en Banfield, pero el estilo no está por encima de los jugadores”, describe, y avisa que mientras quiere disfrutar del día a día y adaptarse lo más rápido posible a un vestuario de estrellas: “Estar en el mismo plantel que Riquelme, Palermo y Battaglia me llena de orgullo. Ponerme la camiseta de Boca va a significar una expectativa mayor y ojalá pueda rendir de acuerdo con la expectativa que se ha creado”.
Walter Daniel Erviti y Boca son lo mismo. Fue un 1° de febrero. Los libros ya lo registraron.
Fuente: Olé
