Autoridades de la Aduana frenaron el ingreso al país de autos de alta gama, que descansan en depósitos fiscales, y redoblaron la presión para que las firmas sin plantas fabriles en el Mercosur accedan a las exigencias del Gobierno, que en diciembre les solicitó un plan de reducción de importaciones y acuerdos con autopartistas locales para exportar productos hechos en la Argentina.
La medida, que aún no fue explicada oficialmente, es parte de una estrategia del Gobierno para mejorar el resultado de la balanza comercial de la automotrices, que cerraron 2010 con un 40% más de importaciones que en 2009.
La orden impartida desde la Subdirección General de Control de la Dirección General de Aduanas, a cargo de Silvio Luis Minisini -depende directamente de María Siomara Ayerán, directora general del organismo que esta subordinado a la AFIP de Ricardo Echegaray – a las áreas operativas no tiene un motivo formal. Las razones tampoco fueron expuestas por los responsables de prensa de Aduana ante los llamados de este medio.
Sin embargo, fuentes oficiales destacaron que esta prohibición refuerza el pedido que el Gobierno realizó a los importadores a través del Ministerio de Industria. «No presentaron los planes que se pidieron y es por eso que ahora no pueden entrar vehículos premium de alta cilindrada», detalló la fuente oficial, quien subrayó que para equilibrar la balanza comercial podría, en el corto plazo, subirse el piso del 20% de restricción informado a las marcas a fines de 2010.
En un principio circuló la versión que la disposición sólo había impactado en BMW, Audi y Mercedes Benz. Pero con el correr de las horas se conoció que otros importadores también recibieron el golpe: Kia, Chrysler, Mitsubishi, Subaru, Volvo, Jaguar, Porsche y Alfa Romero. Esta última, si bien pertenece al Grupo Fiat a nivel internacional, en la Argentina opera de forma separada a través del representante Centro Milano.
A exportar
Fuentes de las automotrices afectadas confirmaron a Ambito.com que los vehículos no pudieron sortear los trámites de rigor que los despachantes realizaron en la Aduana. «No tuvimos contacto con autoridades, todavía estamos analizando la situación», expresó una autoridad de una firma europea. Y añadió: «Sin embargo, sabemos que el Gobierno tiene el poder de presión; porque ya estábamos teniendo problemas de homologaciones, que dependen de Aduana y no del Ministerio de Industria».
La referencia a la cartera liderada por Débora Giorgi no es casual. Desde ese ministerio fue que se comunicó, en diciembre, a los importadores que no tienen plantas en el Mercosur que debían reducir un 20% el déficit comercial del sector, ya que pese a los récord de producción local registrados en el periodo pasado, también se incrementó el arribo de unidades provenientes de Europa, Asia y Estados Unidos.
En este sentido, Giorgi también llamó a las marcas a asociarse con firmas autopartistas nacionales para exportar productos made in Argentina. Aunque fuentes que participan de las negociaciones afirman que ninguna compañía detalló aún sus convenios, desde el sector aseguran que algunas empresas ya están generando alianzas para exponer ante futuros llamados oficiales.
Así, si bien desde Mercedes Benz no ratificaron la situación, sorprende que la veda incluya a la marca alemana, que posee una planta en la localidad bonaerense de González Catán, donde se fabrica el utilitario Sprinter y chasis para buses urbanos; además, a partir de mayo también fabricará un modelo de camión.
Sin embargo, se especula con que los proyectos industriales de Mercedes Benz en el país permitirán regularizar sus condiciones sin las mismas exigencias que recaerán sobre el resto de los importadores.
Fuente: ambito.com