Godoy Cruz perdió 2 a 0 ante el equipo de Boedo en el cierre de la segunda fecha del Clausura. La caída llega en un momento clave para el equipo de Da Silva.
A nadie le gusta perder, derrotistas son los que sobran, pero en virtud del arranque demoledor del Expreso en el Clausura y en la Copa, esta derrota justa ante San Lorenzo 2 a 0 no viene tan mal. Permite entender el verdadero lugar de este equipo en ambas competencias
Si es tiempo de perder que la derrota no te duela
El equipo de Da Silva se vio superado en el planteo por un rival modesto y ordenado que en base a golpes (por momentos) destruyó la creación. El Tomba no supo sortear ese escollo y perdió con justicia.
Nada para reclamarle a un equipo en formación, que no era el mejor del mundo tras las dos victorias iniciales y que hoy no es candidato a descender por la caída de anoche.
Las falencias mostradas ayer y aprovechadas por el rival deberán ser corregidas, el técnico y los jugadores saben que fallaron a la hora de generar recursos para complicar a Migliore, tienen tiempo para cambiarlo. Las dos competencias están en inició y rodaje sobrará.
A no encandilarse
Es difícil para el hincha y para los mismos jugadores mantener la calma con el inicio prometedor que tuvo el cuadro mendocino, pero debemos evitar que esa ilusión se convierta en obligación. Allí estaremos equivocando el camino.
El Tomba tiene como meta fija realizar una buena campaña en el Clausura, seguir engrosando el promedio e intentar clasificar a la Copa Sudamericana. En la Copa Libertadores el objetivo es más modesto pero no por eso sencillo: tener una participación digna y lograr pasar de ronda.
Godoy Cruz creció a pasos agigantado en este tiempo. Del descenso con Huracán no han pasado cinco años y los hinchas se han acostumbrado a los triunfos seguidos y lo logros importantes.
Llegó la hora de entender que en algún momento se deberá frenar y mantenerse estable, esto no significa parar de evolucionar, sino tomar impulso y resurgir con más fuerza.
Fuente: Mdzol
